〄Parte Única〄

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Tal vez debió saber que pasaría, debió suponerlo y así no le dolería de esa forma.

Fue estúpidamente ingenuo, estaba completamente cegado por los ojos Plata de Draco.

Ahora estaba ahí, en la gigantesca mansión que Draco había sugerido comprar, solo y esperando a que nadie lo buscará.

Harry se acostó en su sofá, sofá donde dormía cada vez que Draco estaba molesto con él.

Se sentía tan estúpido, debió saber que Draco pasaba mucho tiempo fuera, que no era normal irse todo el fin de semana por trabajo.

Harry sentía su boca seca, estaba llorando desde ayer.

Se sentía usado, seguramente sólo fue el entretenimiento de Draco.

Había perdonado muchas cosas, pero eso ya no, ver a Pansy, la mujer que entraba en esa mansión cuando quería, la que venía casi a diario, incluso tenía la llave de la mansión, verla besar a Draco con aquella desesperación fue doloroso.

Escucho el sonido de la puerta principal abrirse.

Seis personas que tenían la llave de la mansión.

Uno era Harry, otro era Draco, Draco se la había dado a su madre y a Pansy. Él se la dio a Hermione y Ron.

Odiaba estar así.

Por la puerta vio aparecer a Narcissa Malfoy, lo miraba con pena, como si fuera un perro abandonado.

-Harry, yo... Vine a disculparme por Draco.

Harry se sentó dejando espacio libre a la visitante, Narcissa se sentó a su lado.

Harry miraba por la ventana, algo pequeña, nunca entendío porque a Draco le gustó la mansión, era muy oscura tanto que a pesar de todas las lámparas que compraron seguía siendo oscura, eso parecía no importarle a Draco, también podía ser porque carecía completamente de luz natural.

-Lo que hizo no tiene perdón.

Harry estaba cansado, solo quería estar solo en una de las tantas salas de su gigantesca mansión.

-Yo te entiendo, no te pido que vuelvas con él, sería algo muy ambicioso y poco realista de mi parte, solo...te pido que no lo odies.

-Es algo difícil no hacerlo.

Harry no era lo que Draco quería, estaba claro.

-Sé que beso a Pansy, delante de todos en...en su fiesta de compromiso.

Harry cerró los ojos con fuerza ante tal recuerdo.

-No creo que sí me engañara, fuera inteligente por su parte tomar tanto.

Draco tomó más de lo que estaba acostumbrado, tanto que beso a su amante y le dijo en su cara que llevaba dos años engañandolo.

Ese mes Rita tenía contenido para "el profeta".

Narcissa salió de la sala y volvió diez minutos después con té.

Sirvió una taza para ella y una para Harry.

Se la ofreció con una sonrisa amable.

-Lucius debe estar feliz.

Narcissa agachó la cabeza avergonzada, dándole a entender que su suposición era correcta.

Harry nunca le había agradado a Lucius.

Le entregó su taza, Harry la aceptó.

Ella se sentó y dio un sorbo sonoro a la suya, luego agregó.

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