Is she a Bridesmaid?

Capítulo 31

"Deberías darles algo de privacidad."

Oh no.

"Parecía que tus ojos se saldrían de tu cara."

Oh no, no.

"¿No eres muy desvergonzada, querida clienta?"

No, no, no, no.

¿Por qué Arwin? Si había más de 7,000 millones de personas en el mundo, ¿Por qué, de entre todos ellos, tenía que ser Arwin quien estuviera ahí?

[No soy una mujer de plegarias, pero si estas en el cielo ¡sálvame Superman!]

"..." las palabras no salían de su boca, parecía que perdió la capacidad de formular oraciones.

"¿Qué? ¿Olvidaste como hablar?"

Como medio para exteriorizar sus emociones, solo salió una cosa.

"¡GAAAAAAAAAAAAAH!"

Gritó con todas sus fuerzas, olvidando donde estaba o lo que hacía.

El hermoso chico movió un poco la cabeza para que el agudo sonido no perforara tan directamente sus tímpanos, aun así, cuando ella terminó, sonrió juguetonamente.

"Tus gritos son cada vez más raros."

"¿¡Qué hacen ahí!?"

La nueva pareja de chicos, que obviamente no pudieron ignorar el chillido de la rubia, se habían acercado más a los arbustos para toparse con sus amigos escondidos.

Arwin saludó con un gesto con la mano.

"Enhorabuena." felicitó por inercia, sin mucha preocupación por ser descubiertos. Mientras Macchi se ponía de mil colores, Kenneth, aunque algo sonrojado, parecía más bien confundido por verlo.

"No pensé que me seguirías."

"Creí que sería divertido."

Kenneth miró de reojo a Latte, que trataba de revivir su corazón.

"Ajá."

"¿¡Desde hace cuánto están aquí!?" el pelinegro hablaba con molestia, pero más bien estaba tan avergonzado que quería que la tierra se lo tragase.

"No querrías saberlo" solo hizo que los chicos se pusieran aún más rojos "Bueno, los dejamos seguir con lo suyo" se levantó y tomó a Latte de la muñeca.

"¿D-dejamos? Eh, amm..." ella estaba luchando con el tacto de su mano. Arwin miró un momento a Macchi.

"Suerte lidiando con él." Señaló con la cabeza al atleta.

"¡Oye!"

Arwin se la llevó del parque, no podía decir que arrastrando, pero el largo de sus piernas era considerablemente mayor, así que tenía que acelerar bastante el paso. Aunque como fuera, eso no era lo que le preocupaba.

[Está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano, está sosteniendo mi mano.]

No sabía si era la mejor sensación de la vida o si la iba a matar, pero ¿a quién le importa? A ella no.

...

Después de una rápida parada a la cafetería para recoger sus compras (casi perdidas por huir en busca de BL) terminó de alguna manera sentada en el asiento de copiloto en el auto de Arwin.