Miércoles/18/Noviembre/2020.
Las paredes de aquella clínica psiquiátrica en la que las personas caminaban vestidas de blanco, que eran vigiladas por médicos que se encargaban personalmente de cada uno de sus comportamientos.
Estaba sentada en una silla afuera de la consulta de la psiquiatra, me haría pasar para hacerme unas preguntas que posiblemente definirán mi estancia aquí, si me quedo o si puedo asistir una vez cada cierto tiempo. Miré la hora en el reloj que estaba colgado en la pared de enfrente, observé el cómo las manecillas se movían ligeramente transcurriendo con el tiempo, los segundos que antes había tenido y los había perdido mirando cómo habían transcurrido, ya no los iba a poder recuperar.
Estaba a un lado mi mochila que tenía una de mis pocas pertenencias que me esforzaría por proteger. El espacio a mi lado estaba vacío, los pasillos que estaban hacia el lado derecho era los que indicaban la salida, el sitio por donde había entrado. Hacia el lado izquierdo estaría aquello que me haría compañía en mis días aquí. Mis padres estaban con Angelina, no les importaba ni un poco, pero que más daba si nunca les había importado, no era la primera vez que se habrían olvidado de mí.
Miré mis brazos que estaban cubiertos de vendajes, no me había esforzado por cubrirlos, porque aquí tendrían la conciencia del daño que me hacía. Mi vestimenta consistía en un pantalón de chándal negro, con una camiseta con un logo de una banda de rock.
Las paredes blancas de todo el sitio me abrumaban haciéndome entrar en desespero, me limpiaba el sudor de las manos en el pantalón tratando de calmar aquel sentimiento que me abrazaba. Estaba ya mojado por las grandes cantidades de sudor que tenía que secar una y otra vez, la sola idea de que mis padres estuvieran aquí para manchar de sangre todo aquel blanco reluciente.
Tomé mi mochila mirando hacia la puerta en donde se suponía que debía salir la psiquiatra desde hace más de media hora y aún no tenía una respuesta de ella. La colgué en mis hombros y miré hacia la puerta en medio de aquel pasillo, no se veían signos de su presencia. Caminé unos pasos en dirección a la salida, volví a divisar aquel sitio en la espera de que saliera, pero no ocurría absolutamente nada.
Unos metros más pero todo el daño que me había hecho y el que le había causado a Angelina me detenía, corriendo me devolví de nueva cuenta hacia atrás quedándome de pie. Repetí varias veces la misma acción hasta que estuve cerca de cruzar la puerta, corrí de nuevo hacia atrás y me quedé en otra larga espera.
Di vueltas en el mismo sitio, sobre mi propio eje, salté varias veces, pegué mi cabeza contra la pared mientras contaba mentalmente hasta una secuencia aleatoria. Contaba los pasos que daba, dibujaba líneas imaginarias sobre las paredes, hasta que toqué la puerta y un pase se escuchó desde el interior.
Me di un golpe en la cabeza, si hubiera hecho eso hace más de cuarenta y seis minutos ya estaría charlando con ella. Enfadada conmigo misma, cruzada de brazos me senté sobre la silla, ella me miró, pero era una mirada como si ya me haya visto antes. Dejé mi mochila de lado en la silla que estaba vacía.
—¿Cuál es tu nombre?—estudió el evidente enfado que me acompañaba.
—Angélica—dije cortante.
—Muy bien, ¿estás aquí en contra de tu voluntad o cuál es la razón de tu enfado?—indagó iniciando con aquella conversación.
—No, no estoy aquí en contra de mi voluntad, realmente llevaba años pidiendo esta ayuda—me relajé un poco e hice de lado mi mal humor.—Y a penas llegó—bajé la mirada decepcionada de mí misma, ignoré aquello que sentía y me concentré en el tonto enfado que había sentido hace unos minutos.—Llevaba más de media hora afuera en la sala de espera, esperando que alguien saliera, me desesperé e intenté irme en múltiples ocasiones porque hay cosas que no soporto—tiré de los mechones de mi cabello al percatarme que también esa habitación estaba inundada de aquel color blanco.
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Balas Perdidas ¿Alguien me amará? (Nueva Versión)
TeenfikceLa mayoría de los seres humanos saben lo que es sufrir por amor, pero, ¿alguna vez has sufrido porque tus padres no te quieren? ¿Has sentido ese desprecio y que el resto de las personas que te rodean crean que es culpa tuya? -¿Alguien me amará?-pre...