No tenía nada que preguntarle a mi yo del presente, puesto que ya hemos dialogado de esto millones de veces, como mencioné anteriormente. Así que recurrí a mi yo del futuro, uno tal vez más sabio. Estaba frente a mí, pero no pude ver su rostro, estaba frente a mí y sentía que no la conocía. No dije nada, no sabía cómo empezar a hablar, sabía que era yo, pero se sentía tan raro que no sabría cómo describirlo. No hizo falta que hablara, pues mi yo del futuro tomó la iniciativa.
- Me dijo: Sé por lo que vienes, pero no tengo respuestas concretas. Lo que estás buscando lo vas a encontrar si sigues luchando, deja ese miedo tan patético que la gente ha creado en ti, y avanza, avanza hacia lo que quieres, avanza por tu bien y no por el de los demás. Nadie tiene nada asegurado, es cuestión de luchar, de creer, y sé que estás cansada, que tienes miedo, pero si no luchas, yo no seré lo que esperas, pero sí serás lo que los otros van a querer de ti. Te pregunto, ¿serás feliz siendo lo que otros desean?, ¿serás feliz cuando seas yo?, ¿no tendrás arrepentimiento?, dime.
No sabía qué decir, no sabía qué pensar. Me quedé estática, con la mente en blanco y de pronto la escuché suspirar.
- Yo voy a ser lo que tú desees que sea, pero todo dependerá de si aceptas a tu yo del pasado y a tu yo del presente, si sigues tus instintos o los de los demás. No te puedo ayudar, no te puedo dar una fórmula, no te puedo asegurar nada. Solo te puedo decir, lucha para que seamos felices, lucha para que no tengamos arrepentimientos, lucha para hacer todo lo que siempre hemos querido hacer, así estaremos completas. - Me dijo y sin más, se fue.
Lo entendí, realmente lo entendí. Siempre busqué las respuestas en el lugar equivocado. Siempre he estado en un hoyo, pero de esto se trata la vida, de aceptar lo que fuimos y lo que somos, para estar completos con lo que seremos.
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Vida
Non-FictionEs tan fácil perderse en este camino, pero es demasiado sofocante poder encontrar el lado correcto, sin embargo, no es imposible.