A Black's Desire

Capítulo 22

Athena se impresionó al llegar al estadio, era inmenso, asistirían cien mil magos para ver el mundial, de todas partes del mundo. Había montonales de personas ingresando al estadio, Athena iba detrás de Draco, siguiendo a su tío Lucius. Se dirigían hasta en medio, donde estaría el Ministro de Magia. Ella frunció el ceño al ver que Draco se detuvo.

− ¿Por qué se detienen? –preguntó Athena, sin obtener respuesta. Se asomó y vio a Ron junto con el señor Weasley y todos sus amigos. Sonrío pero se le quitó la sonrisa al escuchar que Draco alardeaba sobre sus asientos. Athena frunció el ceño y le dio un codazo.

− ¿Qué haces? –bramó Draco.

−Para –dijo Athena, lanzándole una mirada amenazadora. Draco frunció el ceño e hizo una mueca. Su tío y Draco siguieron caminando. Ella se quedó unos segundos más−. Lamento ese inconveniente señor Weasley, disfrute el juego y ojalá pudiera estar con ustedes, chicos.

−Cuando termine el juego, puedes unirte en nuestra carpa, Athena –dijo George Weasley sonriéndole.

−Claro, si no es molestia –dijo Athena con una media sonrisa.

−No es ninguna –dijo el señor Weasley.

−Gracias, nos vemos –dijo Athena con una sonrisa y se dirigió hacia su lugar. Tomo lugar a un lado de su tío y esperó a que el juego comenzara.

El Ministro dio comienzo al juego, Athena se emocionó cuando los irlandeses comenzaron con ventaja, observaba sus jugadas con mucha atención. Los búlgaros tenían problemas para bloquear lo tiros de los irlandeses.

Se escuchaban vítores por todos lados, Irlanda llevaba mucha ventaja. Athena se asomó cuando Lynch, el buscador de Irlanda, había divisado la snitch, Draco hizo lo mismo, pero porque Víctor Krum, el buscador de Bulgaria, estaba yendo detrás de él.

−No, no, no –murmuró Athena, viendo que Lynch se había estrellado.

− ¡Sí! –exclamó Draco. Víctor Krum había atrapado la snitch.

Athena levantó su vista, pero estalló de emoción, Víctor atrapó la snitch, pero habían perdido. El marcador marcaba 160 a 170, a favor de Irlanda.

− ¡Sí! –exclamó Athena, Draco miró hacia el marcador y luego maldijo por lo bajo−. ¡No tendrás mi escoba!

−Piérdete –bramó Draco. Athena se rio y una vez terminado el juego, se dirigió hacia sus amigos.

Athena caminaba entre el gentío, al ver dos cabezas rojas sobresalientes, corrió hacia ellas, eran los gemelos. Se abalanzó hacia ellos y estos la abrazaron.

− ¡Ganamos, ganamos! –dijeron los tres con vítores.

−Que gusto verlos de nuevo –dijo Athena sonriendo.

−Te extrañamos, ¿verdad, Fred? –dijo George, mirando a su hermano.

−Sin duda –dijo Fred, asintiendo.

Se encaminaron hacia su tienda y estaban festejando, riendo y cantando.

−Nadie se compara con Krum –dijo Ron defendiendo al buscador búlgaro, Athena le miró con el ceño fruncido de manera divertida.

− ¿El tonto Krum? –dijo Fred.

−Parece un pájaro, se desliza por el viento –continuo Ron. Athena soltó una risa.

−Creo que se enamoró –bromeó Athena.

−Cállate –dijo Ron hacia Athena con pena. Athena le sonrío con sorna.