«Las palabras sobran»

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Kuroo y Kenma llevaban juntos un mes, y todo estaba saliendo perfecto. Se sentían muy felices juntos y todos los que los conocían podían decir sin dudarlo ni un segundo que ellos eran estaban hechos el uno para el otro.

Eran almas gemelas.

En este mes de relación habían tenido incontables citas, la mayoría dentro de su casa porque a ninguno de los dos le iba eso de salir. Definitivamente estaban destinados.

Kuroo nunca en su vida se había sentido tan feliz como en estos momentos. La alegría que inundaba su ser cada vez que despertaba y veía la cara de su novio al lado suyo no se comparaba a nada que hubiera sentido antes. Kenma se sentía igual, el sabía perfectamente que no había nadie más en este mundo que pudiera hacerlo sentir como en casa.

Después de muchos años de inseguridades y de sus amigos diciéndoles que lo dijeran de una vez, Kenma decidió dar el primer paso y decirle a Kuroo como se sentía. Luego de varios días de ida y vuelta por fin empezaron a salir. Y es que todo era demasiado perfecto.

Pero el rubio tenía algo que decirle al pelinegro, y estaba muy preocupado porque no sabía como este iba a reaccionar.

"Kuroo...¿Podemos hablar? "

En todo este mes nunca habían discutido, así que decir que el más alto se sentía confundido es poco. No entendía que podía estar mal.

"Si ken, ¿Pasó algo malo? "

"No es eso, es solo que quería decirte que..."

Kenma no quería decirlo, estaba un 99% seguro de que kuroo no querría. Pero ya no había nada que perder. Ahora o nunca.

"No quiero ser el de abajo"

El pelinegro se quedó en silencio por unos momentos, para luego abrir la boca y cerrarla casi de inmediato.

Ambos habían tenido relaciones antes, y kuroo había tenido varios novios a lo largo de su vida. Pero nunca había sido el de abajo. Cuando salía con chicas no había muchas opciones, pero cuando estuvo unos meses saliendo con Oikawa el siempre había sido el de arriba. Nunca se había planteado la idea de no serlo.

Kenma tenía más experiencia con chicos que él de todas formas. Había estado bastante tiempo con hinata.

No es como que viera algo malo en ello, solo que nunca se dio la oportunidad. Así que, ¿Por que no?

"Mira, se que probablemente no quieras, pero realmente no me gusta ser-"Kenma no pudo terminar la oración antes de que Kuroo lo interrumpiera.

"Okay, hagámoslo!"

"-el de... Espera, ¿Qué?"

El más bajo no podía asimilar lo que había dicho el otro. ¿Realmente estaba bien? Siempre pensó que Kuroo preferiría no serlo.

" Dije que lo hagamos!"

"¿Ahora?"

"Si, ¿Por que no? De todas formas ya paso un mes, en alguno momento teníamos que hacerlo"

Kuroo toma la mano de Kenma y lo arrastró hasta su habitación casi corriendo desde una punta de la casa hasta allí. Apenas llegaron al cuarto se abalanzó sobre la cama tirando con el al más bajo. Kuroo tomó una botella de lubricante del cajón de la mesita de luz y se la lanzó a kenma.

"Listo, soy todo tuyo" Apenas lo dijo ambos soltaron una carcajada, todo estaba pasando tan rápido que no podían evitar que la situación les pareciera divertida.

Las palabras sobran «Kuroken»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora