Él es más que un chico malo. ©

Capítulo 19

[ L a v o z]
•

Alessandro después de terminar con la herida en su abdomen se tiró en el sofá.

—¿Haz ido a verlos?—pregunto cautelosa Beatrice mirándolo.

La mire enseguida sorprendida, ¿sabía donde estaban?, ¿él los conocía? Mire a Alessandro esperando su respuesta.

—Por supuesto que si, lo hice.

Su seca respuesta me hizo fruncir el ceño.

Me levanté enfurecida de la silla, incluso por mi rápido movimiento se calló. Azote mis manos en la mesa para que me mirara.

—¡Entonces los conoces!, ¡sabes quienes son!, ¡eres uno de ellos!— grité enojada. No podía creerlo, si es que los había visto, él sabía donde estaban, él sabia donde estaba Ross.

Alessandro me miró alzando las cejas, como si se tratara de una escena sin chiste.

—¡Responde!, ¡No te me quedes mirando!—le grite mientras caminaba hacia él, deteniéndome justo a lado del sofá, mientras el me veía con simpleza desde abajo del sofá, acostado.

—Miro lo incrédula, tonta, y incapaz de poder hacer algo de ti, Adrianna—soltó sin más con una voz ronca, devolviéndome una mirada profunda, pero con un deje de enojo de ella después de aquellas palabras.

Trague saliva fuertemente y inhale.

Acaba de decir algo tan cierto, pero tan doloroso...

—¿Y eso que tiene que ver con que eres uno de ellos?, ¿Me haz estado engañando no es así...?—empece a hablar con voz rota, por el ñudo que se empezaba a formar en mi garganta, por los pensamientos que se me venían, que él, Alessandro me estuvo mintiendo—¡Desde un principio supiste quien era yo!—Le grite mientras agarraba lo primero que veía que era su chaqueta, y se la aventaba en su pecho, enfurecida.

—Por supuesto que no soy y ni seré uno de ellos, Adrianna—se levantó del sofá mientras daba un fuerte suspiro y me miraba desde abajo—no estaría aquí, princesita de porcelana.

Su mirada profunda, con aquellos ojos grises, y pestañas negras, me devolvieron la tristeza que siempre encontraba en su mirada, aquella que parecía gritar, pero esconderse de todos.

—¡Basta!, dejen de pelear, porfavor... Este no es el momento para hacerlo, debemos de ser fuertes, debemos hacer algo,—escuche a Beatrice decir con una voz tan dulce, que pareció calmarme solo un poco.

En ningún momento aparte mi mirada de la de Alessandro ni él de la mía.

—Así es, debemos tener la cabeza fría, ¿no lo crees Adrianna?—pregunto Alessandro con un deje burlón mientras me miraba.

Pero seguía la incógnita, no había respondido nada de lo que le había dicho, ¿que me iba a decir Beatrice?, ¿por qué fue a verlos?

—Respóndeme de una vez Alessandro... ¿qué pasó cuando fuiste a verlos?, ¿los conoces?—mi voz temblaba ante cada palabra, mi respiración se aceleraba cada vez más.

Solo quería respuestas...

Alessandro me miro fijamente para después darse la vuelta.

—Sé quienes son, sé dónde están, pero donde ellos están no está ella—respondió tajante sin más.

¿Que?... ¿entonces los fue a ver y no estaba mi prima Ross? Y si... le habían echo algo, ¡no! Ella está bien, sé que lo está.

Mire el suelo anonada, no sabía que decir, si él ya había entrado a la boca del lobo y ella no estaba, parecía ser más complicado de lo que ya era.

—La voz de aquel hombre que a estado en contacto contigo Adrianna, aquella que recocí después de que te desmayaras, aquella voz... es la de mi padre—la intensa voz de Alessandro rompió el momentáneo silencio, y mientras analizaba sus palabras, levante la mirada sorprendida de aquello que acaba de decir.

¿Su padre?, ¿su padre tenia secuestrada a mi prima?, ¿su padre es aquel hombre con aquella voz horrible?, ¿su padre estaba obsesionado con el mío?

Pero que... mierda.

No puede ser, entonces aquel hombre sabe ya de Alessandro, sabe que él me ayuda, sabe todo, ahora ya no habrá ninguna salida, ahora todo acabo, ahora todo está en oscuridad...

Alessandro volteó a verme con una mirada apagada, pero sus puños estaban fuertemente apretados, casi blancos por la fuerza.

cerezaytristeza
Holaaaa! Cuánto tiempo);