El amor imposible de T/N (Rafa polinesio x T/N x Megamente)

Capítulo uno: Caca y tomates

Eres el tipo de persona que se niega creer en el amor en general, puedes creer en el zodíaco pero, ¿En el amor?, claro que no, dejaste de creer en él desde que encontraste a tu ex pareja besando de lengua a tu papá, fue una experiencia. Tú no eres nada del otro mundo, eres una chica normal hace cosas que hacen las chicas normales; escuchas música, coleccionas uñas de ancianas, lloras todo el tiempo, y más cosas que ni puedes mencionar por razones legales.

Hace varios meses que comenzaste a vivir sola, como el intento de adulta que intentas ser. Tu apartamento estaba casi vacío y desordenado con las pocas cosas que tenías. Siempre intentas ordenar tus cosas pero cada vez que regresas a tu triste y abandonado departamento, todo está como si un tornado haya irrumpido en tu hogar, estabas casi segura que un vagabundo se mete a tu departamento por la ventana que siempre dejas abierta, siempre se escucha como entra por las noches y puedes sentir como te ve mientras duermes por horas, lo sabes porqué nunca sueles dormir, sólo pretendes para que no te apuñale, pero eso dejo de molestarte hace un tiempo, ahora te gusta como te ve, te hace compañía y eso te gusta, ya que así no te sientes tan sola.

La soledad siempre te ha acompañado desde que tienes memoria, todos te terminan abandonando o de la nada aparecen en esos anuncios de "¿Me has visto?", y no solo terminas sin un amigo, también te acusan de sospechosa en su secuestro. Tal vez todos te dejan porqué te niegas a bañarte o aún sigues pensando que tus crushes en 2d te van a hacer caso, si es que mágicamente llegaran a existir.
Te pasó algo hace cinco años que te hizo darte cuenta de tu problema;

—¿Qué?

—Si, T/N, ya creo que hasta aquí llegó...ya no puedo seguir.

—Pero eres mi amigo imaginario, ¡Yo te creé!

—Lo sé y lo apreció pero es que eres muy rara.—explicó.—Bueno, espero que no nos veamos de nuevo, T/N, adiós.

Desapareció dejándote solamente con el fantasma de tu hermana en aquel cementerio.

—

Dejaste caer una lágrima, te pones triste cada vez que lo recuerdas, pero al final del día no puedes evitarlo.

Tu estómago habló, y por ende te dirigiste hacía tu pequeña cocina con cucarachas, abriste tu refrigerador y solo pudiste encontrar un tómate, con una mordida...ni siquiera te gustan los tomates, parece que de nuevo ese vagabundo hizo de las suyas, sonreiste al recordarlo, cerraste tu refrigerador y se te ocurrió la genial idea de ir al super mercado por algo para calmar tu hambre. El super mercado queda algo lejos de tu departamento, pero no te importaba, preferías caminar todo eso antes que probar esos taquitos de perro de la esquina.

Empezaste a caminar, estabas en tu propio mundo con tus demonios, la gente dice que eso no es normal pero la voz que te aterroriza todo el tiempo dice "YOLO". Entre toda la multitud en la que estabas sentiste como alguien te empujaba, eso fue raro pero no le tomaste importancia. Pusiste tu mano en tu bolsillo, y se te bajo la presión, no sentiste tu preciado Nokia, alguien te lo robó y lo más probable fue aquella persona que te empujo.

—¡Hey, detente!—gritaste como una perra en cólera.

Obviamente la persona no se detuvo, es más, empezo a caminar más rápido. Intentaste correr pero ni siquiera caminas bien, caiste en caca de perro, aunque era muy grande como para ser de un animal. Tu rostro se hizo más mierda de lo que ya era, nadie te ayudó, todas las personas que estaban ahí empezaron a bailar bailes de Fornite porque esa persona te dejo humillada.

—¡Troleada!—se burló un niño, probablemente olía a gelatina y vomito.

—¡Cállate pedazo de aborto!—escuchaste la voz de un hombre.