- ¿Cómo te encuentra el día de hoy? - Hablo un médico que es quien me ha estado atendiendo las dos semanas que he permanecido en este lugar. - Tranquilo si aun no estas listo para hablar, tenemos tiempo - Con una sonrisa salió del cuarto donde me encontraba, aun sentía como me dolía el cuerpo, pero la sensación no se compara en lo más mínimo a lo que sentía con ese maniático.
La gente del hospital me han tratado de la manera más delicada que han podido ya que cualquier cosa me da miedo. Escuche a uno decir que estuve 11 meses atrapado con ese maníaco y me sorprende seguir aun vivo. Pasado unas horas el médico hizo lo mismo de venir a checar como estaba, preguntarme como me sentía e irse a falta de una respuesta de mi parte, no es que no quiera responder, solo no tengo fuerza para hacerlo; pase tanto tiempo sin usar mi voz y solo mis gritos que ni siquiera creo seguir teniendo voz, me sentía cansado de estar haciendo nada y de forma inconsciente caí dormido.
Desperté de nuevo en ese lugar ¿Acaso lo del hospital solo fue un sueño? creí que era libre, incluso estaba dispuesto a cooperar solo me sentía intimidado. - veo que despertaste - La voz de aquel maniático apareció detrás de mi, ya no me encontraba atado en esa horrible silla, estaba libre de sus sádicos actos. - No - mi voz era casi inaudible, creo que solo yo me logre escuchar. - NO, NO, NO, NO... - repetía agarrando mi cabeza, colocándome en el suelo en una posición fetal, no se si esto era real, pero si se sentía y no quiero estar mas aquí, quiero irme, quiero morir.
Medico
Era noche de guardar y me toco la suerte de quedarme, me sentía bastante agotado, no es como que tuviera otra opción así que me puse a cuidar el hospital. Eran las 2:00 a.m. y todo permanecía tranquilo, antes de irme a descansar un poco fui a revisar al chico que no ha hablado desde que lo trajeron.
Verlo me traía recuerdos y con ellos unos sentimientos de culpa, era como ver a mi hermano luchando por sobrevivir. Revise su estado y era estable, aunque no podía decir lo mismo de su apariencia física, su palidez era demasiado visible, estaba mas delgado de lo debería, de pronto la máquina que muestra información del ritmo cardíaco comenzó a sonar de manera más veloz a como es el pulso regular. Tenía dos opciones, ponerle un tranquilizante por que es probable que tenga un ataque de epilepsia o esta teniendo una pesadilla, opte por la segunda opción ya que después de todo paso por un muy horrible trauma.
- Despierta. - aun no conocía su nombre, era mejor omitirlo y solo lo sacudí tranquilamente cosa que funcionó ya que despertó de golpe con lágrimas recorrer sus mejillas, cosa que no me había percatado.
El chico al despertar y notar donde se encuentra vio directo a mis ojos, en ellos se veía temor, arrepentimiento, su mirada estaba apagada. Me abrazo, yo sorprendido le devolví el abrazo, mientras lloraba de una manera desesperada, solo se me ocurría decirle que todo estaría bien, que ya no se preocupara por nada, paso al menos una hora en la que estuvo llorando en mi hombro, sentía partes de mi cuerpo incómodas, pero es la primera vez que hacia algo, no puedo desaprovechar esta ocasión.
Pasaron unas cuantas horas en las que estuve al tanto de todos los enfermos, no eran más de cinco; quien más me preocupaba era el chico con quien estuve parte de la noche, el cual aun se desconoce su nombre. Fui a revisar a todos los enfermos y el ultimo fue el chico, quien permanecía con los ojos cerrados, creía estaba dormido, pero no fue así ya que cuando me iba ir me detuvo. – Espera – era la primera vez que lo escuche hablar y su voz era demasiado débil, como si no hubiera hablado en meses. – ¿Necesitas algo?, estoy aquí para lo que necesites – no lo quería asustar, pero el hecho de que me hablara me emociono, no quiso hablar con nadie desde que llego y que me hablara me hacia sentir bien. – Les diré lo... lo que quieran – entre a la habitación arrodillándome a su altura. – Por supuesto, habla cuando te sientas más cómodo – no tenia nada más que decir porque realmente no sabía que decir.
Me levante para irme de ese lugar, pero el chico tomo mi mano. – Morgan – no entendí lo que dijo y mi cara de confusión era bastante obvia. – Mi nombre es Morgan Jiménez – posterior a su presentación me soltó. – Un placer escuchar tu voz Morgan, yo me llamo Nicolás y quiero que sepas que puedes decirme todo lo que quiera cuando estés preparado, tendrás ayuda psicológica y médica, toda la que necesites ¿de acuerdo? – el asintió de forma lenta y temerosa, supongo que darle tanta informacion era bastante que procesar en su estado; desconozco sobre temas psicológicos – Soy de la cuidad Jueza – eso era otra cuidad, está bastante lejos de su hogar. -muchas gracias decírmelo Morgan, por ahora me tengo que ir, pero volveré, ¿de acuerdo? – el asintió y yo salí de la habitación a investigar quien era este chico.
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Morgan Jiménez ¿Un regreso que nadie quería?
Mystery / ThrillerSolo salia de fiesta con mis amigos, no queria terminar asi. Se que en mi vida cometí muchos errores, pero no merezco esto.