Danvers sisters (Supercorp)

Capítulo 6: Hopea

National City

Los rayos de sol entraron por las cortinas iluminando un poco el lugar. Se abrieron paso por el suelo hasta subir a la estructura acolchada donde yacían dos cuerpos femeninos, pasaron por la parte trasera de un cuello pálido y una parte del cabello que cubría a este. Los rayos siguieron su camino hasta llegar a los ojos cerrados de la otra mujer que dormía acurrucando a la anterior en sus brazos.

Los ojos morenos se arrugaron por la molestia del sol, intentó abrirlos pero el ataque de luz se lo impidió, levemente alejó la cabeza para que sus ojos tuvieran camino libre. Al abrirlos tuvo una de las imágenes más hermosa que había visto en toda su vida: una mujer de piel pálida acurrucada entre sus brazos ocultaba su cara en su pecho desnudo, mientras su cabello daba la impresión de estar en llamas debido a los rayos de sol que pasaban por este. 

La morena sonrió y besó la parte de arriba de la cabeza de la mujer, enterrando su rostro en el cabello rojizo. La mujer se despertó y se alejó del pecho de la morena, abrió y cerró los ojos hasta que estos se acostumbraran a la luz, luego posó su atención en la mujer que la miraba con una pequeña mueca.

—Perdón —dijo suavemente—. Te desperté.

—No importa —respondió la pelirroja con voz adormilada y una sonrisa—. Mi sueño se está haciendo realidad —ambas mujeres se dieron un corto y tierno beso para después separarse y mirarse nuevamente a los ojos.

—Te amo Danvers.

—También te amo Sawyer.

En algún lugar del espacio

Alex abrió los ojos de golpe, miró a su alrededor algo desorientada hasta recordar donde se encontraba; sintió una lagrima correr por su mejilla, y rápidamente la limpió. Hizo un movimiento para comenzar a levantarse pero el dolor en su pierna le recordó que eso no sería posible, así que solo se sentó y apoyó su espalada contra la pared. 

Alex miraba a sus compañeros de celda: algunos dormían, otros hablaban entre ellos, otros simplemente estaban sentados mirando hacia ningún punto en particular perdidos en sus pensamientos. Alex prefería enfocar su atención en los alienígenas, así no se entristecía al pensar en sus sueños (no es que no le gustara soñar con recuerdos de momentos que compartió con sus seres queridos, pero definitivamente era momento para ello).

Recostó su cabeza en la pared, cerró los ojos y suspiró, estaba segura que hace un poco más de dos días había tenido la conversación con el cocinero, sí lo que decía era cierto entonces pronto podría volver a su hogar con su familia y amigos. Volvería a trabajar con J'onn y Winn, volvería a comer gigantescas cantidades de comida con su hermana, volvería a dormir en brazos de su novia. Al pensar en eso curvó los labios en una pequeña sonrisa, la voz de Lyra la sacó de sus pensamientos.

—¿Es eso una sonrisa? —preguntó la Valeriana. La pelirroja abrió los ojos y la miró volviendo a su expresión seria— ¿Estás pensando en diferentes formas de matar al capitán Nidolhorg?

—No. Ya te dije que no morirá —respondió mirando a los ojos azules de la mujer—. Será un prisionero junto con su tripulación, y cuando volvamos a la Tierra serán encerrados —la rubia puso los ojos en blanco.

—Tenía que intentarlo —dijo en un tono de derrota—. ¿Entonces por que la sonrisa?.

—Porque estoy casi segura que ya llevamos un poco más de dos días acá —respondió con voz entusiasta—. Y sí el cocinero cumple su palabra, pronto estaremos de vuelta en la Tierra.

—¿De que estás hablando? —preguntó la Valeriana confundida. 

—A que pronto se cumplirán los tres días —respondió Alex con una mirada confundida.