No sabia como describir el sentimiento que se abrumaba en su pecho. Todo a su alrededor es un asco, botellas quebradas, manchas de sangre en la pared todo eso lo acompañaba el olor a humo en la habitación desordenada.
Katsuki había perdido lo mas q...
Solo diré que trate de hacerlo lo mas triste que pude.
Hay un tema sensible aquí.
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Puede sentir el humo entrar por sus pulmones el cual en un futuro le provocaría grandes daños a este mismo órgano, sin importar en cuestión de segundo lo expulso, repitió la misma acción varias veces, su vista es cegada ante el aire contaminado que inunda y apestaba la habitación. Ríe irónicamente.
—Joder —estrella la parte encendida del cigarro contra la pieza de vidrio que se encontraba a su lado derecho lleno de cenizas.
Su cuerpo se sentía sumamente cansado, no podía mover mucho sus extremidades. Acostado en el suelo frio de su cuarto, inclina su cabeza mirando debajo de la cama encontrándose unas cuantas botellas medios vacías regadas, el poco liquido que había dentro de estas estaba regado en el piso el cual ya se encontraba pegajoso desde hace varios dias.
Algo en su estomago se retorcía, su piel se erizaba en tan solo sentir los retorcijos dentro de este, solo opto en pegar su rostro mas al piso, todo su cuerpo se contrallo entre si y empezó a realizar muecas de asco total y disgusto. Su garganta calaba tanto que sentía que quemaba, le provoco realizar arcadas y cuando conto una gran cantidad viscosa y agria de sustancia salió de su sistema digestivo. La saliva salía de su boca escurriendo de sus labios, eructo para terminar esa horrenda sensación.
Olía del asco, estaba bañado en vomito producto del alcohol que había inundado sus estomago y con ello lo acompañaba los tanto cigarrillos que fumo. Las botellas y cajetillas lo rodeaban. Llevo su antebrazo a sus ojos y empezó a sollozar, tratando de reprimir el sentimiento que inundaba en su pecho.
Comienza a toser desesperadamente, se levanta rápidamente y unas punzadas en su cabeza se hicieron presente. Empieza a quejarse ante los repentinos dolores que insistían en sentirse como agujas calientes que se enterraban lentamente en su cerebro y gollete.
Por primera vez en días se miró así mismo en el espejo que adornaba el mueble; su ropa mantenía manchas secas de vómito y su playera tenía sangre reciente, tocó su nariz y notó como sangraba de esta parte, inclinó su cabeza y espero que parará.
Su mente se encontraba tranquila tal vez por los efectos del alcohol y del cigarrillo que recién termina de apagar, pero de repente aquel sentimiento que lo abruma desde dias se asienta nuevamente en su pecho. Se rasca ansioso el cuello y trata de suprimir aquel bulto que se acumula su garganta mordiéndose ligeramente los labios agrietados, pero sin evitarlos puede sentir las lagrimas resbalándose en su rostro. —¿Por que? —su voz sale mas temblorosa de lo que esperaba.
Vuelve a recostarse luego de que se detuviera el sangrado nasal, acurrucándose buscando calentarse a el mismo en aquella habitación fría, en donde antes era cálida quedando en el pasado. —No entiendo ¿Por que? —vuelve a cuestionarse lo mismo, aquella pregunta que lo atormentaba mucho.
