Prologo 🚬

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Mía:

Antes de entrar a la fiesta reviso que los cortes en mis muñecas estén bien ocultos con una serie de pulseras. Una vez comprobado ingreso a la casa de Michael Stone, un chico de mi curso.

Lo primero que me recibe el olor a alcohol, tabaco y música a todo volumen, sonrío de lado y esquivo a las personas para llegar a mi objetivo: Nina Brown, mi mejor y única amiga. Su cabello rojo destaca entre el grupo de la esquina.

Voy llegando a ellos cuando alguien choca conmigo y derrama cerveza en mi top negro, maldigo internamente al torpe que me choco y sigo mi camino sin darle importancia. No tengo tiempo para estupideces.

A decir verdad, no me queda mucho tiempo de vida.

«No es tiempo de pensar en eso, viniste con un propósito y debes cumplirlo».

—¡Hey, espera! —escucho una voz masculina a mis espaldas.

Cierro mis parpados y volteo con cara de pocos amigo.

—¿Me hablas a mí? —respondo borde.

Asiente repetidas veces, Me permito inspeccionarlo; es guapo, cabello oscuro y ojos marrones, viste casual. Su cara es todo un cuadro al ver el estado de mi ropa, me cruzo de brazos impaciente.

—¿Y bien?

Pestañea un par de veces.

—Lamento mucho lo de tu ropa, no te vi. Si quieres puedo prestarte una camiseta de mi amigo...

—Estoy bien —lo interrumpo—. No te preocupes, adiós.

Sin esperar respuesta alguna sigo mi camino hasta Nina, en cuanto me ve una sonrisa genuina se apodera de su rostro. Esta chica puede iluminar el lugar con tan solo sonreír, es como si siempre estuviera feliz.

«Hay personas que si son realmente felices, y no tienen problemas como tú». Me recuerda mi consciencia.

—¡Mía! —chilla antes de atraparme en un abrazo, quiero huir pero me recuerdo que es la última que estaremos juntas por lo que me permito tenerla cerca—. ¿Qué rayos le paso a tu ropa?

Me encojo de hombros.

—Un idiota distraído derramo cerveza, pero estoy bien no te preocupes.

Asiente no muy convencida, ella siempre se preocupa por mí. Parece ser de las pocas, por no decir la única, que se preocupa realmente por mí.

—Vamos a beber algo —me toma del brazo—. Pero no tanto como la última vez, no quiero tener que llevarte en brazos.

Solo me limito a sonreír, no habrá otra oportunidad para mí.

Comienzo a beber sin tomarle importancia a la advertencia de Nina. Bebo para olvidar las veces que mi padrastro ha intentado abusar de mí, para olvidar que mi madre lo prefiere a él antes que a mí, olvidar el abandono de mi padre biológico y lo rota que estoy.

Necesito olvidar todo lo que he pasado de alguna manera.

Luego de un par de tragos o botellas, ya perdí la cuenta, me encamino al patio de la casa. El aire frío me recibe y me abrazo a mí misma. Me tambaleo repetidas veces antes de sentarme en el pasto.

Del bolsillo de mi pantalón saco una cajita, al abrirla saco un cigarrillo y lo enciendo. Expulso el humo con lentitud, todo a mi alrededor da vueltas y los sonidos a mi alrededor parecen lejanos.

Giro mi rostro al sentir una presencia junto a mí: Michael.

—Vamos adentro, puedes resfriarte —señala mi top aun húmedo, niego repetidas veces y suelto una sonora carcajada—. ¿Qué consumiste esta vez?

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2021 ⏰

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