Desaparecida

Capítulo 31. "Damián Tremblay"

     Alemania, 15 de abril del 2015.

     Un mes después del capítulo 23.

     Marco.

     Ian me mira fijamente con los ojos entrecerrados. Ambos estamos teniendo una batalla, el que parpadee primero debe tomarse un shot de vinagre. Demon es nuestro juez y ha intentado hacer trampa para que perdamos, pero ninguno quita la mirada del otro. Una olla de la cocina cae al piso, rompiendo la tensión entre nosotros, ambos parpadeamos al mismo tiempo.

- ¡Demon! – Ian golpea el mesón, molesto.

- Sus ojos se iban a secar – se ríe, tomando una manzana.

     Draco, el hermano mayor de Demon, entra a la cocina con un sobre en su mano. Lo desliza en el mesón, dándonos el permiso de abrirlo.

- ¿Les llegó? – señala el sobre. Ian lo toma para abrirlo, saca una especie de carta blanca con un lazo verde, me coloco de pie al identificar lo que es.

     Una invitación de bodas.

- No jodas – digo. Demon también se acerca para ver el papel.

     Los nombres de Damián y Heidi están plasmados en la carta. Ian nos mira con el semblante serio, ambos sabemos que Damián no quiere casarse. Demon toma la carta para leerla con atención. Yo me separo un poco sin querer leer el contenido. Veo como Ian se levanta para tomar su celular, frunce el ceño y sé lo que sucede. Ha intentado comunicarse con Rico en todo el día, pero no contesta el teléfono. Ahora que la invitación ha sido enviada, debemos estar para Damián.

- Oye, hermano – Draco se sube al mesón sin ser consciente del semejante problema que trae esa carta – ¿Dónde está Violetta? Quiero pedirle que traduzca un documento en francés.

- Su padre le pidió un encargo – responde sin apartar la mirada de la invitación.

- ¿Sabes a qué hora se fue? – Draco sigue interrogando a Demon.

- A las siete de la mañana – lo mira con una ceja levantada – ¿Por qué me preguntas eso?

- Ya son las cinco de la tarde, ¿No te preocupa?

- La he llamado, pero no atiende el celular – rápidamente veo a Ian, él también me observa con los ojos abiertos –. Si Antoine le pidió un favor, no debo molestar. Ella se pone furiosa cuando la agobio.

     Ah, maldita sea.

     ¿Qué está pasando aquí?

     No me creo ese cuento de que Rico no conteste por pura coincidencia. Ian se pasa la mano por la nariz, dándome una señal. Damián, Rico, Ian y yo hemos desarrollado señales corporales para comunicarnos sin necesidad de hablar. Paso mi mano por la nariz disimuladamente, captando el mensaje tácito que quiere transmitir.

     No vamos a mencionar nada sobre la desaparición de Rico hasta estar seguros de qué está pasando. Demon no es idiota y Rico no ha tenido la delicadeza de ocultar su tensión con Violetta.

     Mierda.

     Damián entra a la cocina hecho una furia, sobresaltándome por su inesperada presencia. Hay bolsas oscuras debajo de sus ojos y se ve tenso. Todos nos quedamos en silencio al verlo entrar. Toma un vaso con agua y nos observa mientras bebe, mira la invitación en las manos de Demon y voltea los ojos.

- Felicidades por mantenerte firme con la boda – Draco lo felicita mientras baja del mesón. Le sonríe y palmea su hombro.

     Mi cuerpo se alarma cuando Damián toma a su primo por el cuello y lo estrella en la nevera con fuerza.