Prohibido Enamorarse de Dulce ©

Capítulo 50| La respuesta

Dulce

Después de no haber dormido casi nada, tuve que tomar una decisión.

Salí de casa muy temprano y conduje hasta mi lugar feliz, al estacionar parecía que no había mucha gente dentro así que decidí entrar, necesitaba mi dosis de azúcar y sobre todo pensar.

—Dulce —me recibió un Erick contento —Hace mucho que no te veo.

—Bueno hoy no es tu día de suerte —me senté frente al mostrador —Vengo a contarte un drama.

—Oh por favor, es un honor. Eres mi telenovela favorita —sonrió.

—Si pero antes...

—Quieres lo de siempre —lo mire confundida ¿Cómo sabía lo que iba a pedir?

Erick desapareció de mi vista por un rato pero regresó al instante.

—Tu helado de vainilla —el que me tendiera el helado de vainilla me hizo simplemente feliz.

—Gracias.

Entonces procedí a contarle una parte de lo que me pesaba indirectamente.

— ¿Qué harías tu si te invitaran a viajar por un mes? —pregunté dándole una lamida a mi helado.

El pareció pensarse bien su respuesta.

—Pues me iría —su respuesta de alguna manera influyo en mi —Pero me llevaría a mi madre conmigo.

Estado: Liquido digo confundida.

— ¿Por qué?

— Porqué es mi madre —sonrió contento —Y la quiero a mi lado...

—Oh, okey...

—Pero yo soy yo y tú eres tu —lo miré nuevamente confundida. —Por lo que me contaste, tu pasaste toda tu vida encerrada, no tuviste a nadie por eso si me preguntas que pienso acerca de que te vayas de viaje, pues mi respuesta es que si, que te vayas y vueles.

—Pero dijiste que tú llevarías a tu madre...

—Claro porque ella estuvo toda mi vida, es como si llevarla me haría feliz, una compensación pero en tu caso ¿Crees que le debes tu libertad a alguien?

— ¿Eh?

— ¿Alguien estuvo para sostenerte en tus tiempos difíciles? —preguntó.

Entonces sonreí al recordar.

—Si...— deje salir un largo suspiro —Pero ahora está muerta.

—Lo lamento —se disculpó de inmediato pero le quite importancia a la situación, Julie no querría que la recordemos con tristeza.

—Tranquilo...ya no importa ahora solo quiero tomar una decisión.

—Debes pensarlo bien pero ya sabes mi consejo.

—Por cierto, no le vayas a decir de mi fuga a mi padre.

—Tranquila, no lo hare, confía en mí.

Bien, bien, ahora estaba más confundida.

La charla con Erick me había dejado aturdida pero en ese instante en mí despertó ese sentimiento de curiosidad por lo desconocido, yo quería viajar e irme pero ahora mi padre me quería, no podía simplemente abandonarlo.

Ah, maldición.

Me iría pero solo por un mes, luego todo volvería a la normalidad ¿Verdad?

—Ya tomé una decisión —dije mientras le daba un portazo al despacho de Damon.