Mirando a la pared, pongo un pensamiento negativo en mí, que muestro lo poco saludable que va a ir el día, como si se repitiera.
Pero se que al contar las horas, mi cuerpo no quiere dormir, hay algo que le desgasta al pasar los días, como si se trasladaran a algo material, o incluso imaginario.
Se que encontraré la falla de mis palabrerías, o de mi forma de ser.
Aún lo sigo buscando, espero no tardar, y si tardaré, que por lo menos valga la pena para salir de este ciclo que aún, hasta el pasar de los días, me tiene como un vagabundo.