primer momento

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poco sabia lo que pasaría ese día... fue una noche cualquiera, no soy especialmente la persona mas brillante del planeta, mucho menos la mas bonita, yo me describiría como ordinaria, hasta alguien feo destaca en la sociedad, yo no.

debido a problemas familiares, la escuela fue una realidad muy lejana, ahora solo queda trabajar para sobrevivir, en realidad no tenia un sueño o un propósito, eso me hacia sentir... vacía, mi vida era en muchos sentidos mortalmente monótona.

yo vivía de noche y dormía de día, me dedicaba a ser mesera en un club nocturno, nunca preste atención a nada de lo que pasaba mientras no me afectara directamente, muchas veces entre compañeras comentábamos ser vampiras, la razón, además del horario es que cuando llevas trabajando aquí por mucho tiempo es inevitable que aparezcan en tu cuerpo ciertas características como ojeras por la falta de sueño, la mayoría si no es que todos éramos delgados pues casi no se come durante en trabajo y en el día ten por seguro que dormir es tu prioridad no la comida, pero lo mas notable probablemente era nuestra palidez, sin importar el tono de piel este carecía de vida, seguramente debido a la falta de sol, comida y el ritmo de trabajo.

24 de septiembre del 2024 fue el día más aterrador y sin duda  el que marco en mi un antes y un después, lo recuerdo claramente, iniciamos el turno limpiando y acomodando sillas, mesas, pista de baile, entre otras cosas. 

- luna deberías esforzarte más con el maquillaje - dijo Alejandra mientras colocaba rubor a sus mejillas - podría sacar más dinero a esos borrachos.

- claro, como si los borrachos pudieran distinguir entre un árbol y una modelo - dije con burla.

- ja, tienes razón, pero si no es por un borracho podrías hacerlo para atraer a tu verdadero amor - contesto mientras acomodaba su maquillaje en su bolso.

- lo único que podría atraer en este lugar es a un pervertido, a un acosador, o algún idiota sin futuro - dije con evidente repulsión por la idea.

- pero que hay de los que son VIP a menudo son bastante guapos, ricos y con futuro - dice como si fuera una idea muy tentadora.

- claro y ser la cenicienta, ¿no? - dije con sarcasmo - si eso pasara nosotras no estaríamos trabajando aquí desde hace 6 años.

 - ganaste esta batalla pero aun creo que deberías arreglarte más - señalo, mientras se dirijia a las salas VIP para limpiar.

en ese momento podría señalarme como "presentable" mi maquillaje se limitaba a un poco de pintura para pestañas, labial, delineador café, y un poco de corrector. no es como si no me esforzara pero lo negro de mis ojeras eran casi imposibles  de desaparecer, mi piel no tenia imperfecciones por lo que no veía la necesidad de base y las sombras solo se desvanecían con el paso del tiempo de trabajo o debido al sudor terminaba un un desastre, simplemente el maquillaje no era compatible conmigo.

limpiamos en salón a la perfección como era costumbre el club abrió desde las 8 de la noche la música comenzó a sonar por toda la sala y las luces de fiesta se prendieron, la gente buscaba lugares para sentarse y beber. como si fuera nuestra señal salimos a atender a los recién clientes.

la música ya no tenia efecto en mi, todos los días escuchándola era... irritante hasta que desarrollas una tipo sordera, no escuchas nada que no sean los pedidos y la gente, pero para los clientes era algo totalmente diferente, la alegría se sentía, los ánimos de bailar comenzaron después de las terceras rondas de bebidas, todo se desarrollaba como un guion no escrito.

Como La Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora