Manos entrelazadas y pasos coordinado

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-si...si muchas gracias por su comprensión señor- escuche que el rubio decía antes de finalizar la llamada.
-quien era?- le preguntó mientras me acercaba a abrazarlo por la espalda.
-mi jefe...Tio- se corrigió- le pedí que me diera unos días y acepto enseguida- me respondió y se volteó para quedar frente a mi -porque te levantaste pecas?- sentí sus yemas pasar sobre las manchas en mi piel.
-porque no lo haría, no sé cuántas veces más me podré levantar así y abrazart- la mano del rubio tapo mi boca.
-basta...es suficiente- dijo serio y me aparto.
-era broma- intente persuadirlo tomándolo de su brazo- oye...amor- me acerque más a él y ahí estaba, sus ojos estaban cristalizados, estaba a punto de llorar, no se si será porque está asustado o por sentimiento de culpa o por el simple hecho de que estoy apunto de morir, pero ya era muy tarde para las tres opciones.
-hey, no llores- le sonreí tiernamente y limpie sus lagrimas- estoy bien, no volveré a decir nada como eso, está bien- intente tener una conexión con sus ojos, pero en cambio solo recibí palabras.
-perdóname...Yamaguchi- y me abrazo, sus manos me juntaban a él...por fin escuche lo que deseaba y como lo deseaba.
-vivamos el hoy...olvidémonos de todo lo malo- le devolví el abrazo y nos mantuvimos así hasta que se calmó.

-hoy tengo que ir a buscar tus medicamentos en la tarde- hablo mi pareja desde la cocina.
-claro, podemos ir a- me corto.
-podemos?, nono...yo voy a ir, estás muy indefenso como para que vayamos los dos...lo siento amor- se acercó y beso mi frente.
-porfavor, déjame salir...estoy harto de estar aquí- le hice un puchero pero sabía que no iba a funcionar, ya llevaba un mes encerrado en casa.
-lo siento pequitas- se encogió de hombros y se sentó a mi lado en el sillón- porque no mejor compro un pastel de fresas y comemos en la tarde...hagamos una cita en casa, que dices?- el brazo del rubio me acobijo y yo apoye mi cabeza en el.
-mmh, está bien- respondí con ánimo pero aún así no estaba convencido.
-muy bien, es una cita- mire la cara de mi amante y recibí la sonrisa más hermosa que había visto en mucho tiempo, estaba sonriendo de verdad, no era como en el pasado, este era el tsukki que siempre quise ver...porque tenías que enterarte de mi pronta muerte para volver a mi...tsukki?...me pregunte, pero elimine la pesimista pregunta de mi cabeza, este era el presente y el amor de mi vida estaba a mi lado, agradezco no haberme dado por vencido hasta el final, valió la pena.

-tienes los papeles?- le pregunte.
-claro, ya los guarde, ya estoy listo- me beso la frente y luego mis labios- nos vemos más tarde- se despidió y me guiñó el ojo.
-nos vemos rubio- y cerro la puerta.
Así que si, así había pasado este mes, entre besos, abrazos, risas, aveces llantos y más besos, todo el amor que él había olvidado darme antes, me lo estaba devolviendo en mis últimos tiempos, no puedo decir que estaba satisfecho, me hubiera encantado que siempre hubiera sido así, pero bueno... aquí estamos, teniendo lo que será nuestro final feliz.
-no de nuevo- susurre lo bastante bajo para que solo yo me entendiera luego de sentir el líquido tibio recorriendo mis labios y mi cabeza yéndose a blanco, otra vez estaba sangrando-no Yamaguchi...hoy tsukki y tu pasarán una tarde juntos, aún no es momento- me convencí por tercera vez esta semana, convencerme de que aún debo resistir por tsukki, por las tardes, porque ese día iba a comer pastel o porque aún me faltan beso que darle al rubio también se hizo una costumbre, habían días donde el dolor era realmente insoportable, pero el solo hecho de ver el rostro de mi novio y compañero me hacía bien, jamás quería mostrarme mal frente a él...se que no lo soportara.

El timbre sonó a la media hora de la partida de tsukki, me acerque a la puerta y mire por el agujero de la puerta -como caído del cielo- me comenté y abrí la puerta tranquilamente.
-hola, se encuentra Kei?- preguntó el chico mirando directamente hacia adentro de mi departamento.
-de parte de quien?- la verdad es que ya sabía de memoria quien era, pero quería escucharlo de su boca.
-aaa...Kuroo, Kuroo tetsurou- el realmente estaba aquí.

-te puedo ofrecer algo?- le pregunte luego de hacerlo pasar.
-no...gracias- me sonrió y siguió mirando a todos lados en busca del rubio.
-asi que...tú y Tsukishima...que son?- el pelinegro parecía no haberme reconocido.
-soy...bueno...era su-titubeó- pareja?...lo lamento no sé realmente como explicarlo- mi corazón seguía intacto...ya no dolía.
-mi nombre es Yamaguchi, soy la pareja de Tsukishima desde más de tres años- la cara de asombro en su rostro me dieron ganas de reír.
-aaa...-lo corte.
-no te preocupes, siempre lo supe- le sonreí amablemente, ya no sentía rencor - puedo preguntarte algo?- hoy definiría el futuro, si es que todo sale bien, descansaré...descansaré en paz.

-ya volví- se escuchó luego de que sonara la puerta abriéndose.
-fue realmente rápido rubio- caminé lo más rápido que pude a él y lo abracé.
-me extrañaste así de tanto?- bromeó y beso mi cabeza.
-si- fue lo único que pude responderle.
-está bien yams, deja ir a lavarme y desinfectarme- cuidadosamente me aparto sin tocarme, dejo lo que parece ser el pastel en la mesa y fue al baño.

-porque sacaste el pastel?- me quito el cuchillo que tenía en las manos y cerró la caja de la torta- se supone que yo cuidaré y te atenderé hoy- me reí.
-llevas un mes haciendo lo mismo- me acerque a él y lo volví a abrazar, creo que el calor que emite su cuerpo mezclado con el leve olor a vainilla me obsesiona a tal punto de que viviría atado a la cintura del rubio.
-no me importa hacerlo por el resto de nuestras vidas- la frase llegó más profundo de lo que pensé, un escalofrío recorrió mi espalda.
-tampoco me molesta- le susurre.

-aquí tiene su pedazo de pastel mi señor- tsukki bromeaba con un tono de voz elegante.
-ah, muchas gracias caballero- le devolví y reímos mientras estábamos sentados en la pequeña mesa de la sala, la velas aromática, las luces navideñas y la radio sonando de fondo, le daban un toque realmente cálido al ambiente.
-traeré el té- se levanto y camino a la cocina
-estoy feliz- me susurre y actúe como un niño con el juguete que había deseado por mucho tiempo, pero al volver el rubio me comporté.
-qué sucede?- me preguntó con una sonrisa.
-no es nada- le sonreí devuelta.
-estás seguro- lo volvió a intentar.
-sisi, es solo que el pastel se ver muy bueno- y comencé a comer, si que lo estaba.
-le pedí que lo hiciera con menos crema y más frutillas, como te gustan- se rasco la nuca y comenzó a comer...este era un día perfecto.
-...los dejamos con Chasing pavements, Adele...- se escuchó a la presentadora hablar por los parlantes, la canción comenzó a sonar y un deseo de abrazar al rubio vino a mi otra vez.
Me levante y me puse frente a él.
-me concede esta pieza?- estire mi mano en dirección a la suya, no lo dudó mucho y la tomo mientras se levantaba.
-recuerdas como bailar pecoso?- asentí y pase mis brazos levemente por los hombros del rubio, este me tomo por la cintura y pegó nuestras frente, lentamente nos movimos al ritmo de la música, cerró sus ojo, también yo, así nos mantuvimos hasta que sentí una mano desaparecer de mi cintura y tomar unas de mis manos entrelazando nuestros dedos. Nos movimos un poco más animosos, con sonrisas compartidas y giros inesperados, luego de un momento a otro solo estábamos el y yo en el mundo, la música pasó a ser nada y todo a la vez, nos movíamos a nuestro propio ritmo.
Las luces de los otros departamentos se convirtieron en estrellas y dentro del departamento estaba el atardecer, los movimientos y pasos seguían, me estaba enamorando del momento.
-Gracias- comenté y un beso del rubio cubrió mis labios, una de muestras manos seguían entrelazadas y nos movíamos muy tranquilos y lentos, la música aún sonaba, realmente desee que fuera infinita.
-Gracias a ti...Yamaguchi- me agradeció tsukki, lo mire, estaba feliz, se notaba en sus ojos- Gracias por quedarte a mi lado- una lágrima recorrió su mejilla- perdóname por intentar alejarte...es solo que no me sentía suficiente para ti...tenía miedo y- lo bese, no quería seguir escuchando, aún no era momento de despedirse, no quiero que sea ahora...pero...
-oye...mírame tsukki, aún nos queda un tú y yo, así que desde ahora en adelanté no tengas miedo, desde ahora sabes que si estás bien o estás mal, si estás feliz o triste, no importa, mírame...háblame aún así ya no esté aquí...no importa, siempre cuenta conmigo...porque te amo en todos tus momentos- lo abrace, tenía miedo, también yo, pero aún estábamos ahí, aún teníamos nuestro presente...nuestro.
-siempre- y así quedamos, abrazados, con un lindo y mágico sonido de fondo, este era el final que deseaba, si...fue una buena vida después de todo.















Perdón por la demora, la verdad es que he estado ocupada, eso sumado a que le tengo miedo al final de esta historia :((, solo quedan tres capítulos...así que disfrute y como siempre muchas gracias por leer...nos vemos <33
🍙
(Les recomiendo que lean la letra de la canción chasing pavements si son como yo y quieren llorar mas :* )

siempre cuenta conmigo  (tsukkiyama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora