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- Albafica es hora de levantarse- dijo un muchacho de peli verde abriendo las cortinas del cuarto dejando entrar los rayos del sol- te dije que no te quedaras hasta tarde leyendo.

- cinco minutos más, Degel- dijo Albafica ocultándose bajo la sabana.

- eso me dijiste hace diez minutos, vamos levántate- dijo Degel quitando la sabana haciendo que Albafica abrace la almohada- vamos sabes lo difícil que es bañarte cuando estás medio dormido.

- perdón por ser una carga.

- sigues con eso, ya te lo he dicho durante diez años para mi padre y para mi tú no eres una carga.

Degel cargo a Albafica hasta el baño, preparo la tina y dejo que Albafica se bañara solo por petición de este, Degel regreso al cuarto y sacó la ropa de Albafica dejándolo en la cama cuando escucho la voz del peli-celeste avisando que ya había terminado, Degel sacó a Albafica del baño y lo ayudó a vestirse.

- listo, espera aquí ya traigo tu silla mi padre la saco por que las ruedas necesitaban un poco de aceite.

- ya veo, por eso no la miraba por ningún lado.

Degel salió del cuarto de Albafica para ir por su silla de ruedas, después de un rato regreso con la silla de Albafica, ambos jóvenes salieron de la casa rumbo a la escuela.

- cuando salga del trabajo mi padre dijo que pasaría por la tienda para comprar una nueva.

- no tiene que hacerlo, esta silla está bien.

- ¿bien?, Albafica por favor la última vez casi te caes porque se cayó una rueda.

- en eso tienes razón.

- Albafica has pensado en lo que te dijo el doctor.

- no quiero hablar de eso, no quiero arriesgarme.

- pero Albafica...

- cambiemos de tema por favor.

- está bien, no tenemos que hablar de eso si no quieres.

Los dos chicos llegaron a la escuela Degel llevó a Albafica hasta su salón y lo dejó en su escritorio.

- regresare por ti después de la escuela para que no regreses solo.

- no te preocupes ya me las he arreglado solo en la escuela.

Degel salió del salón de clases dejando solo a Albafica con su teléfono ya que no tenía a nadie más con quien hablar aparte de Degel, el peli-celeste podía escuchar lo murmullos y los insultos a su persona así que opto por ponerse sus audífonos para no tener que escucharlos, más tarde el profesor llegó junto con un nuevo estudiante.

- silencio jóvenes, hoy tenemos un alumno nuevo espero que lo traten bien pues su padre es una persona muy importante, por favor joven preséntate.

- mucho gusto mi nombre es Minos espero llevarme bien con ustedes.

- por favor toma asiento hay uno junto a Albafica.

La sola mención del peli-celeste provocó varias caras enojadas en especial por parte de las mujeres, la mayoría de estudiantes siempre pensaron que Albafica era un chico privilegiado pues siempre le facilitan todo por causa de su discapacidad, por más que Albafica lo negara nadie le creía.

- hola tú debes ser Albafica- dijo Minos sentándose al lado del peli-celeste- mucho gusto.

Albafica simplemente volteo la cabeza pues podía notar las miradas asesinas que le lanzaban las mujeres y algunos hombres, después de la clase Albafica salió lo más rápido que pudo para no tener que seguir mirando las caras enojadas de sus compañeros, llegó hasta el patrio de la escuela quedando bajo un árbol de sakura, sacó su teléfono y comenzó a leer.

El pasado que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora