Gone | Fargexby

Capítulo 2: Avión

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'·. Standing all alone and I'm searching for something, but I can't feel nothing ★°*ﾟ

Los viajes a Los Ángeles siempre eran especiales debido a las fiestas, los eventos y la compañía con la que iban los gamers a disfrutar de los beneficios de su trabajo, experimentar en exclusiva juegos y tener acceso a avances especiales sin duda era algo que nadie rechazaría.

Sin embargo, la angustia pudo con Fargan, y mientras viajaban de madrugada hacia Madrid para tomar su vuelo principal, no dejaba de pensar en cómo debía actuar frente a sus amigos con los que casi nunca había convivido en persona. Detrás de la pantalla le encantaba bromear con ellos pero, aunque no lo parecía, David podía ser algo tímido con las personas, pero en particular con aquellos quienes le interesaban a profundidad.

Si bien su amistad ya tenía tiempo, las pláticas para hacer la temporada 4 de Karmaland habían acercado a David a Alexby de nuevo, recordando cómo, en una época atrás, Minecraft también los había unido. Estaba ilusionado por participar con todos, pero en particular por retomar la plática y el cotilleo con su compañero con el que tantos momentos de risas había compartido.

Una vez llegando a Madrid, el miedo de cómo actuar se disipó al comenzar a hablar y bromear con el resto de sus amigos en el aeropuerto, esperando su vuelo hacia Los Ángeles, y disfrutar de un fin de semana largo lleno de videojuegos y fiesta con una gran compañía.

—Menudo pelazo te has dejado, ¿eh? — comentó Rubén al ver como Fargan se había dejado crecer el cabello.

—Hombre, quería un cambio la verdad... — contestó David sin más.

—Pero te queda tío, te ves como ese típico fuckboy con el que me gustaría pasar una noche desenfrenada en la habitación de hotel — comentó entre risas Alex, ocasionando que el resto del grupo soltara una risa.

—¿Pero qué cosas andas pensando Alexby? Por favor... — Vegetta recriminó la vulgaridad del menor, causando que Alex riera con su tono característico. A Fargan no le había molestado el comentario, al contrario, se sentía halagado de saber que uno de sus amigos lo encontraba así de atractivo.

—Ya, ya, perdón, se me ha salido lo fácil — siguió bromeando Alexby.

—Pero me lo cumples Alesby, que si no solo me ilusiono — respondió David con su tono particular de voz, acercándose al menor y tomándolo del brazo.

—Uy, uy, uy, aquí ya hay salseo... — bromeó Rubius.

Entre risas y tonteos, escucharon los altavoces voceando su vuelo, y todos los amigos se dirigieron a la puerta que les correspondía para abordar el avión que los llevaría a California. Ya arriba, los tickets los dividieron en varios asientos, quedando Rubén, Mangel y Lolito juntos en los asientos de tres de en medio del avión, Willy y Vegetta al costado, pegados a la ventana en un asiento doble, y detrás de ellos tenían a Fargan y Alexby, este último pegado en la ventana, ya que le gustaba ver las vistas.

Les esperaban quince horas de vuelo directo hasta el aeropuerto de Los Ángeles, tiempo que debían averiguar cómo pasar el rato. Por suerte para algunos, las consolas portátiles era una gran opción para ese tipo de viajes largos, y no fue la excepción para el grupo de amigos el tener a la mano la oportunidad de pasarse algún juego en la Switch, o algún jueguito en el móvil si eran un boomer como Vegetta.

Alexby se retorcía en el asiento de hotel, tratando de acomodarse libremente, tal como lo hacía Fargan con una tranquilidad absoluta.

—Joder tío, ¿Cómo puede ser posible que estés tan cómodo en este asiento? — cuestionó el menor mientras se giraba de lado, viendo como Fargan no despegaba la vista de la consola.