Pluto

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-No, jamás y ni siquiera lo menciones de nuevo. Es una estupidez, obviamente nunca lo he intentado y ni lo intentare así que saca tu expresión de perrito.- Una risa ahogada más parecida a un refunfuño es la única respuesta que recibí de Damian, mientras exhalaba humo por quinta vez desde que comenzamos el desagradable tópico de.... ya ni siquiera lo recuerdo, una burrada de conversación sin sentido.

-No no no si lo has intentado, al menos cuando eras pequeña estoy seguro. No mientas, no a mí. Sabes que así no funciona esto -Al fin responde haciendo un énfasis gestual entre nosotros. -Esto?-  dije volviendo a hacer el gesto de forma mofosa -Vamos,ambos sabemos que "esto" es solo dos adolescentes 'adultos wanna be' sin nada que hacer un sábado a la madrugada, esperando ver al resto de seres humanos volver a sus casas con una prenda menos de la que empezaron la noche y tambalearse hasta llegar a su destino antes de que la magia de la hada madrina pierda su fuerza- Termine de hablar con un tono más sarcástico del que anticipaba y segundos de silencio pasaron, al ver su expresión note que ni siquiera tomo en cuenta mi exasperación hacia el tema.

Típico

-Como si fuera una señal ahí va la primera cenicienta de la noche... pásame la botella-  y entre sorbos y una risilla pertinente a nuestro consumo él continua -Y no pienso ni discutir el 'esto no es nada' ya que ambos sabemos que si no fuera lo que sea que esto es, no estaríamos en este techo cada sábado sin falta desde hace 3 meses- Y así, sin esperar respuesta o mejor dicho evadiendo mi posible reacción al encasillamiento que he evitado por 3 meses, se acerca a la baranda y me encojo al escuchar el molesto chirrido del contacto entre metales; de sus anillos (posiblemente adquiridos de gente sin sus cinco sentidos en diferentes fiestas o robados de tiendas en centros comerciales) con el fierro de la baranda lleno de frases hechas en plumón que se han borrado con el cambio de estaciones, que separa el vacío de la azotea del edificio empresarial de 12 pisos en el que estamos y nosotros.

La azotea, es el único lugar que mantiene nuestra escaza salud mental, problema que el mundo de los adultos se niega a aceptar cegados con la eterna frase que la media comunicacional utiliza para basurearnos "generación de cristal". Si, gente de cristal que se agrieta por el más simple aporreo que nos manda la vida, la sociedad y el mundo.

-Desde aquí puedo ver tu cicatri.. TE CORTASTE EL MULLET DISPAREJO!- mierda, mierda mierda... aunque haya intentado arreglar ese fatal desliz sé que lo escucho, puedo ver como sus hombros se enderezan dándole la postura rígida que se esperaría de un cadete en revisión... mierda. -Damian lo siento, no quise...perdón.- y ahí está, la risa. La maldita risa que uno da para salir de situaciones incomodas, cuando quieres hacer creer que lo que sea que fue no te afecto en lo más mínimo, esa maldita risa que llena toda y cada una de las relaciones que tenemos fuera de esta azotea. 

-Nah, no importa. En algún otro momento el tema iba a salir... no puedo evitarlo por siempre.-
Lo juro, si sigue mirando hacia el cielo va a lograr cambiar el orden de las constelaciones... Ah constelaciones, de eso hablábamos antes. De su estúpida idea del poder superior que tiene la concentración total 'si la gente logra cambiar el cómo sale el humo de un incienso, sin lugar a dudas podríamos cambiar el orden de las estrellas si nos concentramos'.
-Sinceramente, prefiero que si alguien sacaba el tema fueras tu- Damian y su sonrisa.. no, no me mires de reojo, es injusto solo poder ver su perfil y sentir como sin dejar de mirar las estrellas es capaz de hacerme temblar, hace que la necesidad de encasillarnos sea más de la que puedo contener en mi falsa estoicidad. 

-jajajajaja vamos no es para tanto, no me mires como si quisieras cambiar el orden de las estrellas- esa maldita sonrisa burlona -Sabes que he tenido peores, con el tiempo esta cicatriz se irá igual que las otras.- Si algo me molesta es que finja estar bien, la primera vez que nos conocimos prometimos el no fingir y aquí está  rompiendo la única promesa que alguna vez  hicimos. Solo atine a mirarlo duramente y sin impresión, más molesta que otra cosa a lo que él rio falsamente igual que siempre y desordenarme el cabello para finiquitar el tema. -Basta, odio que me desordenes el pelo no soy ni una niña ni un perro Damian- Aunque cada célula de mi cuerpo me pide que vuelva a poner tu mano en mi cabeza, que cada cariño que no tuve en mi infancia se pueden satisfacer solo con unas caricias tuyas. -... Como te hizo esa cicatriz ahora?- De la forma más cautelosa posible acerco mi mano sintiendo que al mínimo roce puede arderle como al momento del accidente, del acto. Se que realmente no quería contármelo, pero no podía hacer caso omiso a lo que observaba, cada vez que nos veíamos encontraba otra cicatriz algunas nuevas y otras ya a punto de desaparecer en su piel; aquellas de las cuales jamás supe la historia, quiero por lo menos apaciguar el nuevo dolor. 

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2022 ⏰

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