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Me desperté super temprano ya que mi perrita Nube estaba ladrando, le di un poco de comer para luego meterme a bañar, cuando salí me cambié y bajé junto con Nube directo a la cocina.

—Buenos días hija y Nube —mi madre nos saludó, me entregó mi desayuno y dejé a nube que anduviera corriendo por toda la casa.

—Buenos días hija —me saludó mi padre.

—Buenos días a los dos —les sonreí y me puse a comer.

Los tres nos pusimos a comer mientras hablábamos de lo que íbamos a hacer en todo el día, hasta que en un punto vi a mi madre nerviosa.

—Pasa algo madre? —le pregunté luego que terminé de comer.

—Tu madre y yo —empezó a hablar mi padre —nos iremos de viaje por cuestiones del trabajo por cuatro meses —lo interrumpí.

—Osea que me van a dejar sola? —les pregunté sin poder creer lo que me estaban diciendo.

—La verdad es que no —habló mi madre.

—Un amigo mío le pedí que te cuidara estos meses que no vamos a estar —le siguió mi padre.

—Un niñero? Bromean —me crucé de brazos.

—No queremos dejarte sola hija tienes apenas 19 años —eso me sonó como un regaño.

—Pero no van a estar para mi cumpleaños, es en 3 meses por eso se quieren ir — respire profundamente, por que se me estaba formando un nudo en la garganta.

—Entiende que es por nuestro trabajo —mi padre quería arreglarlo, pero yo me alejé.

—Váyanse a su mugroso viaje —me tomé todo el jugo —iré a pasear a Nube —fui a buscar la correa, se la puse a mi perrita y salimos de la casa.

No podía creer lo que me dijeron mis padres, en 3 meses cumplo 20 años y ellos no van a estar, si tengo unos buenos padres. Llevé a Nube al parque, corrí un poco con ella hasta que caímos rendidas.

—Tienes sed mi bebé —dije como si Nube me fuera a responder.

Fuimos a una pulpería a comprar un bote con agua, en un recipiente le serví a nube y yo me tomé lo que sobró.

—Disculpa —alguien me estaba llamando, así que lo voltee a ver.

—Qué? —vi que era un chico de estatura mediana, tenía muchos tatuajes, un arito en su oreja izquierda, era super guapo.

—Que modales —soltó una risita —te vengo a entregar algo —me dio un dije.

Al verlo vi que decía Nube; volteé a ver a mi perrita y vi que no lo llevaba puesto.

—Donde lo encontraste? —le pregunté mientras se lo colocaba a mi perrita.

—A tres puestos de aquí —respondió —ya me tengo que ir —sin más, se fue.

Luego de eso recibí un mensaje de mi madre, que decía que el amigo de mi padre ya estaba a punto de llegar y que yo tenía que estar en la casa. Con toda la pereza del mundo me fui a la casa, al llegar fui a bañar a mi perrita y luego me cambié de ropa.

—Hija —mi madre estaba tocando la puerta.

—Voy —terminé de ponerme la blusa y abrí la puerta.

—Vamos que ya está por llegar el amigo de tu padre —me dijo eso y se fue.

Bufé enojada, agarré a mi perrita y bajamos, mis padres estaban en la sala hablando y se callaron cuando me vieron.

—Por favor hija se amable con mi amigo, solo eso te pido —me suplicó mi padre.

—Si no me agrada o algo se los haré saber de inmediato —me senté y puse a mi perrita en mis piernas.

—Hija, por favor —mi madre me miró, como si quiere que yo cambie mi actitud y el timbre me salvó.

Yo sólo escuchaba como hablaban en la puerta, bufé y seguí jugando con Nube, hasta que ella empezó a ladrar y volteé a ver a la dirección en la que ella estaba viendo.

—Hija, te presento a mi amigo —mis padres y un chico que se me hacía conocido entraron a la sala.

—Ya Nube, tranquila —cargué a mi perrita como una bebé y dejó de ladrar.

—Mucho gusto, soy Juan de Dios Pantoja —me quedé sorprendida al recordar que él es el chico del parque.

—Soy… Kimberly… Loaiza —yo aún estaba en shock.

—Hija, puedes soltar un rato a Nube —mi madre me habló y la voltee a ver.

—No, por que es mi hija, y… si me disculpan estaré en la parte de atrás —me fui a donde dije.

Bajé a Nube y ella empezó a jugar con sus juguetes, mientras que yo me acosté en la hamaca y me puse a ver el cielo mientras pasaban las nubes.

—Hija? —mi padre me llamó.

—Qué paso? —lo voltee a ver.

—Tu madre y yo nos vamos —se me acercó —te vamos a extrañar —abrió sus brazos, esperando a que yo lo fuera a abrazar.

—No pueden hacer el viaje después de mi cumpleaños? —le pregunté poniéndome enfrente de él.

—Lo siento hija —él igual estaba triste.

—Comprendo —me le acerqué, lo abracé y él me aceptó.

—Estaremos siempre en contacto —me dijo cuando se separó de mí.

—Te amo padre —lo volví a abrazar.

—Y yo a ti mi princesa —aceptó mi abrazo.

Luego nos fuimos, me despedí de mi madre y me quedé a solas con Juan, él me volteo a ver.

—Y bueno… no me darás un recorrido por tu casa? ¿Y cuál será mi habitación? —me preguntó, vi que en el piso a un costado de él había dos maletas.

—Tu puedes solo —fui a buscar a Nube.

Después de eso, estuve jugando con mi perrita hasta que llegó la hora del almuerzo, le serví comida y un poco de agua a Nube y yo me fui a la cocina, pero no había nadie.

—Acaso quiere que me muera de hambre —dije para mi sola.

—Kimberly —me asusté, por que no lo había escuchado.

—Aparte de que quieres que me muera de hambre y me asustas —lo miré enojada.

(....)

Mi Niñero [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora