El regalo perfecto [Kiribaku]

El regalo perfecto

Una tienda más y nada, se sentía el peor amigo del mundo entero, como se le olvidó algo tan importante como su cumpleaños, si no fuera por el tímido Midoriya que le entregó un regalo esa misma mañana habría dejado pasar un día tan importante sin pena ni gloria.

Debió pedir un permiso de salida a última hora para poder ir a comprarlo y casi correr al centro comercial más cercano para buscar algo que darle a una persona tan especial para él, pero después de mucho buscar nada le pareció suficiente.

Miró su reflejo en el escaparate de una de las tiendas con rabia.

—Kirishima Eijiro eres el peor amigo del mundo, para nada varonil. —Se reprendió con desgano, se le acababa el tiempo, debía regresar a la U.A. y aún no tenía nada.

A lo lejos pudo ver un almacén con rebajas y dentro había algo que creyó sería del completo agrado de su amigo, una chaqueta de cuero negro bastante ruda y varonil, muy Bakugo según el criterio de Kirishima.

Fue directo a la tienda y sin demora preguntó el precio de esta casi dándole un infartó con la respuesta.

— ¿No estaban en rebajas? —preguntó el pelirrojo aun sorprendido por el precio.

—Así es —dijo el vendedor que le atendió. ¿Si estaban en rebajas por qué rayos la chaqueta valía un ojo de la cara?

Pudo escuchar los cuchicheos de los demás clientes a su alrededor y sus miradas de burla sobre su nuca, aun así no podía hacer nada al respecto, la chaqueta valía mucho más de lo que él podía pagar.

—Gracias —dijo saliendo del lugar con el ánimo más decaído que antes.

Mientras caminada casi mirando al suelo un almacén con mercancía de héroes llamó su atención, estaban vendiendo una figura de edición limitada de All Might, Kirishima sabía perfectamente lo fanático que era su amigo del héroe, en su cuarto tenía mucha mercancía de este y quizás algo así sería perfectos.

El pelirrojo entró en la tienda, dentro había una gran multitud reunía, todos con mirada expectante y listos para una batalla que el recién llegado ni sabía que debía enfrentar.

—Bueno, jóvenes la venta queda oficialmente abierta —indicó una empleada del local y entonces el caos se desató.

Todos se lanzaron sobre las figuras como animales salvajes en busca de su presa, gritos, golpes y empujones eran repartidos frente a los muy sorprendidos ojos del estudiante, pero reaccionó a tiempo, allí estaba el regalo para su mejor amigo y por supuesto que no se lo dejaría quitar.

Se tiró hacia la multitud quitando a todo aquel que se le atravesó en el camino, golpes, patadas y jalones de cabello le fueron propinados, pero él no se rindió, golpes más fuertes había recibido en sus pasantías como para dejarse amedrentar de algo tan simple.

— ¡Solo queda uno! —gritó alguien, Kirishima pudo ver la última caja a su alcance y se tiró sin medir nada hacía ella tomándola al mismo tiempo que otra mano.

—¿Kirishima-kun?

—¿Midoriya?

Los dos miraron la figura y se miraron entre ellos con decisión en los ojos.

—Tú no eres fanático de All Might suéltala.

—La necesito más que tú, dámela Midoriya.

—¡Nunca!

—¡Que me la des!

Los dos compañeros empezaron a lanzar golpes a diestra y siniestra en un intento de lograr que el otro soltara la figura, pero ninguno lograba nada pues el otro solo esquivaba o aguantaba los golpes de manera magistral.