Parte I: Inicio

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—¿Qué tal la princesa de Exhagbre? ¿Te gustó? ¿Debo preparar mi vestido para la boda?

Baekhyun soltó un suspiro tras oír a su madre, llevaba 32 citas a ciegas con diversas jóvenes hermosas y de clase alta dispuestas a convertirse en esposas, el único problema es que Baekhyun se aburría a morir aún más que cuando estaba solo.

Todas esas mujeres eran hermosas y bien educadas, un excelente partido para cualquiera, pero todas decían lo mismo; "Es un honor conocerlo príncipe Baekhyun, es tan guapo que me siento pequeña ¿qué debo hacer? estoy muy nerviosa por esto...", parecía que no existían más palabras.

—Es linda, pero no.

—¿No? Ah, Baekhyun, a este paso se acabaran todas las chicas del reino ¿Qué hay que hacer para que una chica gane tu corazón?

—¿Original? —miró a su madre con aburrimiento acomodándose en su cómodo sofá de su habitación. —No me molesta quedarme soltero.

—Tarde o temprano necesitarás un heredero.

—Soy doncel ¿lo recuerdas?

—¿Y estás dispuesto a que un hombre te preñe? —Baekhyun hizo un gesto de asco y miró por la ventana. — ¿De pronto los hombres son de tu gusto?

"No" pensó, "absolutamente no". Los hombres de su reino eran unos bárbaros, musculosos y llenos de vello, rudos y agresivos, sin ningún toque de amabilidad en sus corazones. De hecho, Bakehyun odiaba ser doncel, se creía que al haber nacido antes de los nueve meses había provocado que el "producto" no terminará de formarse, por que lo que nació un varón con ciertas características femeninas, como sus caderas anchas y su capacidad de procrear.

—Por qué si es así, tengo una larga lista de pretendientes, entre ellos el príncipe Oh Sehun del reino de Iuldali.

—Estoy seguro que los dioses mandaran a mi esposa en el momento indicado.
Dijo tratando de dar por terminada la conversación, y es que pese a que SeHun era de los pocos que cuidaba de su cuerpo tanto como él (en el sentido de tener una buena higiene, sin vellos hasta el cuello), si era agresivo, brusco y frío. Como parte de alianzas habían convivido desde pequeños, y cuando llegó la famosa pubertad, tratando de explorar sus cuerpos se habían enredado (así como Baekhyun se enredó con algunas mujeres), sin embargo, no fue lo que Baekhyun esperaba, el príncipe de Iuldali era una gran decepción para él. No sintió excitación, amor ni deseo, fue doloroso sin mencionar los extraños fetiches que Oh Sehun tenía y que Baekhyun se negó a cumplir.

En ese furtivo encuentro se dio cuenta de que era mejor estar con mujeres, pero tampoco fue lo que esperaba, las chicas tenían buen cuerpo y eran delicadas tanto como él, quizás eso fue lo que no le gustó. Baekhyun quería sentirse deseado y protegido, quería que lo envolvieran en un cálido abrazo lleno de confianza y seguridad, promesas románticas a la luz de la luna, quería ser cortejado y no cortejar.

—No me rendiré hasta encontrarte una esposa.

—Mamá, eres la reina no una casamentera.

—¿Y eso? Recuerda que yo junté a tu prima Esther con su esposo Arthure ¡Y ve lo felices que son ahora!

—Eso es porque Esther ahora vive en una casa acomodada y es dueña de una boutique que abrió con el dinero de su marido que casualmente era el encargado de la guardia real.

—¿Insinuas que no está enamorada de su marido?

—Insinuó que a Esther siempre le han gustado los lujos y las joyas extravagantes.

—Pero es feliz—. Baekhyun rió ante ese comentario.

—Por supuesto.

—Como sea, Baekhyun, arreglate que esta noche tenemos un baile.

𝑃𝑟𝑖́𝑛𝑐𝑖𝑝𝑒 𝑦 𝐶𝑎𝑏𝑎𝑙𝑙𝑒𝑟𝑜  (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora