"Al final de mi día lleno de errores incómodos tú, mi premio, estás esperando por mi.
Quiero convertirme en un cómodo confort para el final de tu también agotador día"
✴Colección de One Shots y Drabbles Lisrene.
✴Soft, Romance.
✴Ficción.
Donde luego de varios meses grabando en China, Lalisa decide hacer un viaje corto y secreto, únicamente para visitarla.
Porque ella haría cualquier cosa para ver la sonrisa de su JooHyun.
"Even if we're apart, my heart still being the same for you, i wish stay with you forever"
Cerró los ojos, dejando caer su cabeza en el respaldar del sofá, dejándose envolver por el silencio en su hogar.
Silencio que la abrumaba desde hace tiempo.
No porque su pareja fuese alguien extremadamente ruidosa (aunque sí lo era un poco), pero se había acostumbrado a que siempre estuviese paseando por el apartamento, buscando y jugando con cosas que aunque fuese casi imperceptible, ella podía escuchar sus sonidos.
Se había acostumbrado a que el mayor silencio que hubiese en la casa fuese cuando la tenía a su lado, simplemente respirando, abrazada a ella con una linda sonrisa en la cara.
Pero ahora, ni siquiera escuchaba su respiración.
No desde hace ya tres meses.
Y por más que intentaba autoconvencerse todos los días de que todo estaba bien, que Lalisa tenía un buen trabajo en China y que cada minuto que pasara era uno menos para volver a verla, no lo lograba.
La quería a su lado en ese momento.
Quería tenerla tonteando por el apartamento, haciendo chistes bobos, tratando de cocinar alguna receta de dificultad media-baja para ella, jugando con los gatos aunque hubiese veces que al hacerlo no le prestaba atención, pero tenerla allí.
Quería que le cantase Wish Tree como si la canción no fuese suya, importándole poco la época del año en la que estuviesen.
Porque Lalisa amaba Wish Tree, y ella amaba escucharla cantársela.
Ya no quería más videollamadas, quería que fuese ahora mismo y la abrazase.
Para colmo, ese día no la había llamado.
¿Por qué no la había llamado?
Le dejó un mensaje que tampoco le contestó, ni siquiera le había escrito en todo el día.
Supuso que estaba muy ocupada con el programa, o que simplemente había terminado muy agotada y estaba descansado, pero eso no la hacía sentir mejor.
La extrañaba mucho, tanto que un inevitable puchero se formó en sus labios y sintió como su pecho se apretaba.
Leo se acercó al sofá donde estaba, se sentó frente a ella y le maulló, llamando su atención.
Abrió los ojos y miró al minino que mantenía la cola baja, preocupado, según le había explicado su pareja una vez.
—¿Tú también la extrañas, Leo?—El pequeño subió al sofá de un salto, acercándose a sus piernas para recostarse, pidiéndole con la cabeza por algo de cariño—Realmente me hace falta, igual que a ti—JooHyun comenzó a rascar suavemente la cabeza de Leo, causando que este cerrara los ojos en aprobación, sacándole una sonrisa—Espero que ella esté bien.
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