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Al ver a los mas pequeños de la familia Black correr por todo el jardín me hacía sentir un poco nostalgica, hacia algunos años habia sido niña y ahora me había comprometido la anoche anterior con una persona que apenas acaba de conocer.

—¿Recordando viejos tiempos?—alce la mirada para poder ver a la persona que me hablaba

—Solo un poco—respondí

Ethan se sentó en la silla frente a mí y comenzó a comer del racimo de uvas que se encontraba sobre la mesa.

—¿No haz desayunado?—pregunte

—Lo hice hace un rato—asentí como respuesta—a veces yo también deseo volver a ser un niño—comentó luego de mirar hacia la dirección donde se encontraban sus hermanos

—Creo que todos lo han hecho alguna vez—volvio su atencion a mi—digo, ser un niño es genial, no te preocupas de muchas cosas

—No puedo llevarte la contraria—le sonrei levemente—¿Quieres salir un rato?

—Crei que no conocías la ciudad

—Esperaba que tu me llevaras a un lugar, supuse que podríamos conocernos mejor—me miro

—Creo que tengo una idea—dije—pero antes, necesitamos la ropa adecuada

—¿Que hay de malo con la que traigo puesta?

—Nada, pero no es la indicada—me levanté—acompañame

Sonrió y me siguió hasta un lugar determinado del palacio, el establo.

—¿Caballos?—lo mire con una sonrisa mientras acariciaba a mi caballo favorito

—Él es Cosmo, ha sido mi favorito desde que llegue al palacio y me acompaña cuando quiero alejarme un poco de tanto estrés—mire al gran caballo cafe frente a mí

—Es hermoso—lo acarició

—¿Sabes cabalgar?—me miró

—Me defiendo—sonreí

—Señor García—llame al encargado de los establos—¿Puede conseguir la ropa adecuada para montar a caballo para el joven Black?

—Por supuesto, alteza

—Se lo agradezco—volvi mi mirada a Ethan—vamos, tengo que presentarte a tu compañero

Caminé hacia el fondo del establo para buscar al pequeño Rayo a quién habian sacado a pastar al patio trasero. Me acerque a él y lo saludé animada, Cosmo y él eran mis caballos favoritos.

—Hola pequeño, ¿Como estas hoy?—pegue mi frente con la suya—¿Estas listo para cabalgar hoy?

—Parece que te quieren—mire a Ethan

—Y yo los quiero a ellos, son tan nobles—sonreí

Despues de unos minutos el señor García volvió con la ropa para Ethan y cada uno fue a cambiar su ropa para poder irnos mientras que los trabajadores del establo se encargaban de preparar los caballos.

—¿Listo?—pregunte en cuanto lo miré cambiado

—Completamente—respondió animado—por cierto, luces muy linda con ese atuendo—desvié la mirada sonrojada

—Gracias—tartamudee

Maldicion Emma, concéntrate

Aprete los ojos un momento y los abrí para poder subirme al caballo. Una vez los dos estabamos encima de nuestros compañeros, salimos tranquilamente del establo hacia los enormes jardines del palacio.

•Realeza en México•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora