Amalia nunca ha conocido más allá del sufrimiento, el dolor y lo que se siente al perder a la gente que quiere, ya lo tenía más que integrado, estaba acostumbrada a sentir ese dolor y angustia a diario, para ella todo estaba perdido desde hacía much...
Todo comenzó a volverse borroso, lágrimas caían de sus ojos mientras pensaba que todo se había acabado, que ese sería el fin.
No era consciente de lo que pasaba fuera, solo podía sentir la rabia y la tristeza en su interior, ¿porqué por mucho que ella haya hecho por que esto salga bien, siempre pasa algo para que todo lo que había conseguido se derrumbe en cuestión de segundos? ¿porque si ella daba más del 100% de si misma, nada volvía a ella de la misma manera?
Ya no tenía esperanzas, todo se había acabado y no podía hacer nada, porque al final ella siempre lo ha sabido, que nuca podría ser capaz de hacer nada, todo le quedaba demasiado grande, se sentía inútil, era frustrante.
Notó de manera muy leve como alguien la sacudía los hombros, pero no podía hacer otra cosa que no fuera llorar, oía muchas cosas pero no podía escucharlas, y eso la desesperó aún más. De un momento a otro noto como alguien le había cogido en brazos, y ella se sacudía desesperadamente por que la soltaran, solamente quería acurrucarse en una esquina y llorar hasta que todo desapareciera por si solo, hasta que no hubieran más lágrimas por soltar.
—¡¡ Amalia, porfavor respira, no hagas esto, no otra vez!!— escuchó esa frase a lo lejos, la escuchaba distorsionada pero era lo único que podía captar. Estaba muy mareada, no podía respirar era como si sus vías respiratorias se hubieran cerrado por completo y le dolía una infinidad el pecho, ¿así que así es como la gente lo sentía?
Todo su cuerpo se entumeció no notaba nada, pero cada vez lo tenía más claro, se iba a morir, ahí en medio del aula de música, con todos sus compañeros viéndola seguramente con cara de horror, y eso la agitó cada vez más.
Sintió que no podía más, tenia los ojos cerrados desde hace bastante tiempo pero ahora ya no hacía fuerza con ellos, ya no veía nada, dejo de sentir, toda su cabeza se desordenó y fue como un reseteo, aquí acaba todo entonces, pensó, pero ella no quería morir. Y fue entonces cuando cayó en un sueño profundo sin apenas previo aviso.
Fecha de publicación: 25/04/21
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