Aria
Me levanto un poco tarde, ya que ayer con la cena me acosté demasiado tarde. Escucho el timbre de la puerta principal, llamo a mis padres para que abran pero como no obtengo respuesta de ninguno de los dos, supongo que han salido para hacer algo. Con pereza y un poco de resaca, me levanto como puedo de la cama y bajo a abrir para saber quien era. Miro el reloj del salón y solo son las 11 am, no se quien es a estas horas. Cuando me estoy acercando a la puerta vuelve a sonar el timbre con mayor exigencia que minutos antes.
-Ya voy.- digo arrastrando los pies y colocandome bien la camiseta vieja de papá que llevo como camisón para dormir. Abro la puerta y me encuentro a Emily con una caja en sus brazos y unos cafés.
-Buenos días, hasta que abres, se me estaban cansando los brazos, toma coje esto.- me dice echandome encima la caja que lleva, menos mal que tengo buenos reflejos y la cojo antes de que se me caiga al suelo.- Esos son unos muffins de chocolates que he comprado para que desayunes algo porque me imagino que con la fiesta de ayer tendras el estómago vacío ahora.- me dice dejando los cafés en la mesa de la cocina y sentándose en una de las sillas. Emily tiene razón, tengo un vacío enorme en el estómago y no lo he notado hasta que me lo ha dicho.
-Gracias.- le digo sentandome en la silla que está frente a ella. Cojo uno de los cafés y lo pruebo, la verdad que me viene de maravilla para despertarme un poco, pruebo también uno de los muffins y creo que es lo mejor que he probado hace mucho, estan riquisimos.
-Bueno y cuentame, que tal ayer.- me dice con cara de emoción pero también puedo ver un poco de diversión en su sonrisa.
-Pues bastante bien la verdad, mi madre me compró un vestido precioso de color verde oscuro.- le digo recordando como me quedaba el vestido.
-Ya, ya lo vi, te quedaba genial, estabas demasiado sexy.- dice soltando una carcajada a lo que yo también suelto otra.
-Calla anda.-
-Seguro que se te acercaron un montón de tíos babosos a pedirte el teléfono.- me río ante su comentario pero niego con la cabeza.
-Pues no la verdad, estuve toda la noche con Spencer.- le digo teminandome el muffin.
-Ouuu, cuenta, cuenta, pero con todo tipo de detalles, ya sabes.- me dice lo ultimo con un guiño, me rió porque ya se a que se refiere.
-Para empezar, no pasó nada entre nosotros, así que quita esa cara, pervertida.- le digo riéndome.
-Jooo, pensaba que Spencer se habría lanzado de una vez.- me dice con cara de decepción.
-Bueno, me invito a bailar con él, algo es algo.-
-Agggh, demasiado mono para mí, lo siento.-
-En realidad fue como de película, estaba muy guapo con el traje que llevaba.- sin quererlo me sale una sonrisa.
-Para ya Aria o vas a hacer que vomite.- me dice haciendo el gesto.
-No seas exagerada.- me rio y le doy una pequeña bofetada en la mano para que pare.
-Está bien, está bien, ya paro.- dice levantando las manos.- En realidad me alegro de que estes bien con él, os imagino bailando los dos pegados mientras os miráis a los ojos como un par de enamorados.- cuando Emily dice lo ultimo se me viene a la mente Deiton y la conexión de miradas que tuvimos y como luego nos seguimos buscando el uno al otro. Me recorre un escalofrío por la espalda que me hace levantarme de repente. Emily me mira extrañada.
-Vamos mejor a mi habitación, estaremos más cómodas.- digo girandome rápidamente para ocultar mis nervios y empiezo a subir las escaleras sintiendo como Emily me sigue por detrás. Llegamos a mi habitación y nos tiramos en la cama las dos.
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Sensaciones entrelazadas
Novela JuvenilUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...