Chapter 18

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La primera pregunta es a quién debo contárselo, si es que debo contárselo a alguien. A mi hermano no, eso está claro; se moriría de preocupación. Ni a Brutus, aunque pudiera encontrar la forma de hacérselo saber. De todos modos, ¿de qué le serviría la información? Se me ocurre Dakotta, tal vez a ella pueda decirselo, pero no se que tan bueno sea eso, podria delatarme.

Conforme pasan las semanas, me preocupa que pase algo, que entren a mi hogar y me secuestren, pero la preocupacion termina despues de algunos dias. A mediodía estarán todos en mi nueva casa de la Aldea de los Vencedores: los periodistas, los equipos de televisión, incluso Neferet, mi antigua acompañante, recién llegados al Distrito 2 desde el Capitolio. Me pregunto si Neferet seguirá llevando aquella ridícula peluca rosa o si habrá elegido otro color antinatural que lucir en la Gira de la Victoria. Habrá más gente esperando, varias personas listas para atender todas mis necesidades en el largo viaje en tren. Un equipo de preparación que me pondrá guapa para mis apariciones públicas. Mi estilista Dakotta, que diseñó los maravillosos trajes que hicieron que la audiencia se fijase

en mí por primera vez en los Juegos del Hambre.

Las casas habitadas por los Vencedores y yo desprenden un cálido hálito de vida: ventanas iluminadas, humo en las chimeneas, ramilletes de maíz de colores pegados a las puertas de entrada como decoración para celebrar el próximo Festival de la Recolección. Sin embargo, no me gusta. Me siento observada desde la vez que El Presidente Snow vino a mi casa.

Subo al piso de arriba, al cuarto de baño, donde me espera una bañera humeante. He añadido una bolsita de flores secas que perfuman el aire. Antes no habia tenido el lujo de ponerle al baño flores aromaticas. Me sumerjo en el agua y dejo que bloquee todo lo que me rodea.

Incluso bajo el agua puedo oír el alboroto: bocinas de coches, saludos a gritos, puertas que se cierran de golpe. Sólo puede significar que mi séquito ha llegado. Tengo el tiempo justo de secarme con una toalla y ponerme una bata antes de que mi equipo de preparación entre en tromba en el cuarto de baño. Aquí no existe la privacidad; cuando se trata de mi cuerpo, estas tres personas del equipo de preparacion y yo no tenemos secretos.

-¡Kayler querida!¡Estas mas hermosa de lo que recuerdo!-dice Hutt al verme llegar

-¡Eres la sensacion en el Capitolio!¡Todos hablan de ti!-dice Tellus

-¡Yo vote por ti, Kayler!-dijo Quiad dándome la mano

-¡Todas y todos quieren estar contigo!-dice Demetria besandome mis mejilas-Seras una gran mentora.

Si tan solo supiera lo que me atormenta, si tan solo supieran que todo lo que me dicen es real.

Todos los dias cuando paso por la escuela de mi hermano me pregunto a cuantos de ellos los lleevare a una muerte segura y a cuantos de ellos podre traer sanos y salvos a casa. Pido siempre por que no tenga que llevar nunca a mi hermano a los Juegos, no quiero ser yo quien lo asesine, ya tengo mucho con haber matado a personas inocentes que no conocia.

Después de agotar el tema de la Gira de la Victoria, mi equipo de preparación se lanza de lleno a parlotear sobre sus vidas, que son tan tontas que me resultan incomprensibles: lo que había dicho alguien acerca de otra persona de la que nunca he oído hablar y qué clase de zapatos acababan de comprar, además de una larga historia de Tellus sobre lo mala que fue su idea de que todos vistieran con plumas para su fiesta de cumpleaños.

Despues de unos minutos mis maquilladores comienzan a pedirme que toque la guitarra para ellos. Ese es mi talento. Se supone que todos los vencedores deben tener uno. Tu talento es la actividad a la que te dedicas, puesto que ya no hace falta que trabajemos ni en el colegio, ni en la industria de nuestro distrito. En realidad puede ser cualquier cosa, cualquier cosa que sirva para que te pregunten por ella en una entrevista. Yo se tocar la guitarra desde que encontre una en el atico de la antigua casa de mi padre. La tome a escondidas y la aregle. Comence a tomar clases cuando estaba en el colegio pero lo deje cuando comence a cuidar de mi hermano.

HUNGER GAMES: THE OLD VICTORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora