²³ ᵈᵉ ᴹᵃʳᶻᵒ ᵈᵉ ²¹⁴³
Dejo los papeles sobre la cama y con una goma, que tenía en la muñeca agrupe mi pelo en una coleta mal hecha para después salir de mi habitación. Bajo las escaleras, sin expresión en mi rostro y llego a la cocina. Me dispongo a abrir la nevera pero me percato de una nota escrita a làpiz en un trozo medio roto de papel "Cariño tienes la comida congelada en la nevera. Tengo que echar turnos así que no me esperes despierta. Mamá". Hago una bola con el papel y la tiro a la basura, la cuál estaba a reventar de más papeles.
Suspiro con cansancio y agarro el taper de la comida que mi madre me había dejado, lo pongo cinco minutos en el microondas. Mientras espero a que termine enciendo el móvil con la huella dactilar y voy deslizando la pantalla metida en Instagram. Sólo podía mirar con desprecio cada foto que veía de las demás chicas de mi edad. Todas con sus cuerpos perfectos, sin acné, con amigos, otras con pareja...
Ellas tienen la culpa de que yo me odie, su perfección me impide amarme a mi misma. Han conseguido que sus comentarios de mierda me afecten, que me cieguen... El sonido del microondas me saca de mis pensamientos y yo solo cojo la comida, cubiertos y una botella de plástico medio vacía con agua. No es que me gustase la comida, de echo la odiaba, pero no podía permitirme rechazar algo hecho por mí madre según cómo está la situación. Ahí está, ella echando horas extras y yo en exámenes finales, ¿me va a servir de algo lo que estoy dando ahora mismo para alcanzar mis metas en la universidad? No, está claro que no. Tampoco sabía que quería estudiar, no se nada de lo que voy a hacer con mi futuro.
Enciendo la televisión y pongo las noticias. Nada nuevo, como siempre. Las muertes siguen aumentando y parece que ha todo el mundo le da igual, a nadie le importan las personas que trabajan duro en investigarlo.
Soy incapaz de comer más de la mitad del plato y solo me quedó mirando a este con la mirada perdida. Una bola peluda acaricia mi pierna haciendo que de nuevo me salga de mis pensamientos. Dirijo la mirada al suelo y le veo a él, mi gato. Es como mi mejor amigo, él esta para mí y yo estoy para él. Él si me escucha, él si me mira bien. Mi padre lo encontró abandonado en la calle y lo trajo a casa. Nos hemos visto crecer mutuamente, y la verdad no me imagino volver del instituto y que no venga a saludarme. Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, pero... No estoy tan segura de si es verdad.
Apago la televisión dejando el mando y el taper igual en la mesa. Subo a mi habitación y simplemente me duermo al instante abrazada a un peluche de elefante que me regalaron hace unos años.²⁴ ᵈᵉ ᴹᵃʳᶻᵒ ᵈᵉ ²¹⁴³
Suena el despertador, como cada mañana y yo repito la rutina de todos los días: levantarme, ducharme, desayunar, ponerle comida a Kurt (mi gato) y salir por la puerta de casa.
Terminó de cambiarle el agua a una limpia y miró la hora en el móvil 7:45.-Menos cuarto
Guardo el móvil en el bolsillo de mi pantalón y me voy al instituto.
...
A la que voy llegando veo a todos con sus grupitos de amigos, como siempre, murmurando cosas y volviendo a sus casas. Yo solo sigo andando. Me parece ver unos coches de la policía aparcados en la entrada. Dudo si entrar o no, pero acabo entrando.
Al entrar veo a varios policías rodeando la entrada del baño masculino. Iba a acercarme para ver qué pasaba pero uno de los que estaba ahí se giró y se acercó a mí.-Disculpe señorita pero tendrá que volver a casa y no venir por unos días. Se la avisará con tiempo de todo.
Antes de poder responder algo se volvió a ir y me quedé ahí quieta por unos segundos. Es verdad que olía muy mal, como a sangre, pero al mismo tiempo no me quería ir. Quería ver qué estaba pasando. Aunque obedecí y volví a salir del centro para volver.
Con paso ligero me aproximo de nuevo a mi casa. El día estaba nublado y frío, parecía que iba a llover, cosa que para mí no era un problema. Yo amaba la lluvia.
Caminaba mirando mis pasos en las baldosas rotas que tenía el pueblo en el que vivía pero unos gruñidos viniendo del callejón que tenía al lado llamaron mi atención. Me paré en seco. Dirijo mi vista a este, más concretamente a un contenedor amarillo tirado en el suelo rodeado por muchas moscas.-Hay alguien?- Digo con la voz temblando de frío.
La única respuesta que obtengo son más gruñidos. Doy unos pasos lentos hacia este, dirigiéndome a mirar detrás del contenedor...
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•ɴᴜᴇꜱᴛʀᴏ ᴀᴘᴏᴄᴀʟɪᴘꜱɪꜱ•
ParanormalAhora que la crisis económica estaba empezando a disminuir en todo el país, estaban apareciendo cadáveres por culpa de una enfermedad de la que casi no había información. Todos los cadáveres tenían una serie de características en común: ninguno tení...