ASQUEROSO

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Narra Ochako:

Al pasar mis dedos por la fría madera un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Di un suspiro viendo cómo mi respiración era blanquecina por el frío de la habitación. Miré a mi alrededor. Seguía pudriéndome aquí, sigo estando aquí. ¿Por qué nadie me encuentra?. Sé que me buscan, lo recuerdo, aunque sea borroso.

Ahora lo pienso, el vestido que tengo puesto no lo tenía antes.

Abrí mis ojos ante la sorpresa. ¡Era un asqueroso! ¡Un depravado!

Comencé a mecerme en la silla de manera brusca, mis sentidos de supervivencia me obligaron a activar mi particularidad obligando a que la gravedad de la silla fuera removida haciendo que comience a flotar. Al topar con el techo desactive mi Quirk, me estampé contra el frío y sucio suelo provocando un gran estruendo y que la silla de madera se rompiera.

Mi vista borrosa no impidió que me levantara y me acercara a la manija. Al abrir la puerta se encontraba un pasillo oscuro con luces parpadeantes, era terrorífico. Comencé a correr cojeando y con mi mano izquierda sostenía mi costilla derecha, al avanzar me encontré dos puertas a mis lados, en alguna debe estar la salida. Abrí la puerta de mi derecha, lo que contenía dentro me dio ganas de vomitar. Una chica, con una apariencia similar a la mía yacía muerta en el suelo de seguro por una hemorragia interna por los múltiples moretones que acompañaba su cuerpo. Me acerqué hacia su cuerpo moviéndolo suavemente.

—Hey .—
Susurre con gotas de sudor sobre mi cara.

Puse dos de mis dedos sobre su cuello tratando de encontrar su pulso. Pero al parecer ya estaba muerta.

Me puse de pie rápidamente dando un par de pasos atrás, mis pupilas achicadas eran testigos de la escena frente a mi. Corrí hacia la otra puerta con la esperanza de encontrar a alguien vivo hay. Al abrir la puerta me caí de espaldas. Un cuerpo idéntico al mío, con mis mismas facciones y cuerpo. Las partes de su cuerpo estaban cosidas con hilos negros. Me sobresalte al ver como un dedo caía de la mano de esté cuerpo cosido. Me levante y cerré la puerta causando un estruendo, dispuesta a irme gire mi cuerpo chocando contra algo. Alzó mi vista encontrándome con unos ojos turquesas furiosos.

Tomo mis cabellos junto sus manos y azoto mi cabeza contra la pared, después de eso todo fue borroso.

Al abrir mis párpados vi a Dabi frente a mí, enojado. Una cachetada fue lo primero que sentí, para luego ser abrazada por el pecho del peli-negro.

Mi mente era un lío. ¿Por qué me abraza ahora?.

Amargas lágrimas se pegaban a la ropa de él. El miedo que siento es tan sofocante y estresante que sentía que moriría.

—No vuelvas a hacer eso .—
Con voz severa me hablo.
—Nunca más .—
Susurro con la voz quebradiza, como si lloraría en cualquier momento.

Él escucho mis hipidos y se separo de mí. Sus ojos electrizantes chocaron contra los míos y pude ver sus lágrimas salientes.

—Siempre estaremos juntos,
¿Verdad? .—

Mi cordura estaba al límite, mis ganas de mutilar su cuerpo no me dejan hablar con coherencia.

—¡NO!, ¡ERES ASQUEROSO! .—
Me removí pataleando. Al fin me quejaba de lo injusto que era esto.
—¡TUS SENTIMIENTOS SON ASQUEROSOS .—

El me miro con una mirada indescifrable.

—Mis sentimientos no son asquerosos, sólo están contaminados .—
Bajo la mirada.
—Y sé que tú me ayudarás a descontaminarlos .—

La sonrisa de él parecía un tatuaje en su cara.

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