||Veinte||

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—Hola Chan...—murmuró Yongbok en voz baja, haciendo sonreír.

—De verdad estas aquí...—sin solar sus mejillas junto su frente con la suya. La sonrisa de Chan se convirtió en una serie de pequeñas risas de emoción.

Yongbok puso su mano sobre una de las manos de Chan, cerrando los ojos, sintiendo aquel tacto que había extrañado.

—Te fuiste sin despedirte—murmuró Chan separándose un poco para mirarlo mejor.

—No tuve el valor para hacerlo—

Chan no podía culparlo. Aun si hubieran dicho adiós, posiblemente Chan hubiera insistido en poder verlo aún si Minho ya le hubiera dicho que se alejara en ese entonces.

Quería besar esos labios otra vez, pero en lugar de eso, solo abrazo a Yongbok una vez más...

Su mano se adentró en el cabello rubio del pecoso y la otra rodeaba la fina cintura de Yongbok. Era como la pieza de rompecabezas buscando unirse con otra, y cuando el pecoso paso sus manos por su espada con cierto miedo, pero a la vez rodeándole con tanta fuerza como si fuera lo más preciado que tenía, se sintió completo.

✿✿✿

Jeongin tenía una afinidad extraordinaria con los niños, y aquí estaba la prueba de ello. La pequeña hija de la bibliotecaria de la universidad no había parado de llorar durante toda la mañana, y no fue hasta que Jeongin le hizo una mueca graciosa que la niña dejo de llorar.

Cuando se alejó un poco la niña volvió a llorar. Así que Jeongin se quedó a jugar con la niña mientras que Minho y Jisung iban por el libro.

Ambos caminaban por los estantes con cierta incomodidad de por medio.

Jisung se preguntaba si debía disculparse con Minho, mientras miraba de reojo aquella expresión "imperturbable" que tenía el mayor, sin saber que Minho se costaba mucho mantenerse así.

Jisung quería ayudarlos, pero sentía que las cosas no estaban bien entre él y Minho. El mayor, era demasiado distante con él, evitaba hablar y rara vez le veía a los ojos, y no tenía que ser un genio para saber que solo era así con él. Entre las miles de veces que Chan le había hablado de Yongbok, también había mencionado a un Minho, que si bien a veces era antipático y medio gruñón, también tenía su lado juguetón y bromista. Jisung no veía lo juguetón ni bromista por ningún lado, al menos no cuando estaba con él, porque cuando veía a Minho con Jeongin o Yongbok, podía ver que era mucho más expresivo al hablar con ellos.

Bueno, suponiendo los pocos momentos que habían intercambiado, no podía culpar a Minho si este decía que no le agradaba.

—Minho...—habló Jisung en voz baja después de haberse aclarado la garganta—Creo que no nos conocemos mucho, pero quería disculparme por todo lo que te he hecho pasar— el mayor frunció el ceño ante esas palabras, ¿Disculparse de que, presisamente? —amm...ya sé que tú eras el gato que encontré en el bosque antes de Dori, yo no sabía que no eras un gato común, lamento haberte sacado de ahí...también cuando te vi en el parque la vez pasada, saliste corriendo cuando dije tu nombre, si se día hice algo que te hiciera sentir que invadía tu espacio otra vez, también lo lamento, y también discúlpame por haberte hecho mimos cuando eras un conejo, tampoco sabía que eras tú—

Ambos pararon frente a un estante, en donde Jisung buscó con la mirada el libro hasta que finalmente sujeto un libro no tan grueso con pastas blancas.

—Creí que sería un libro más grueso—dijo Minho, y de cierta forma Jisung se sintió un poco ignorado, pero lo dejo pasar, justo ahora tenían otro objetivo.

Yongbok [Chanlix] || [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora