CAPÍTULO 1: Cambio de vida

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Salgo de la universidad cansada, llevo un ritmo muy agotador y mira que estoy muy acostumbrada a no parar. Estoy muy agobiada porque siento que no encuentro la esencia de mi trabajo final. Solo me queda eso para terminar la carrera pero nada me convence y me estoy volviendo loca.

Miro el reloj y con pereza decido ir al metro, estoy trabajando en la empresa de papá y tengo flexibilidad horaria. Madrid es un caos a estas horas, el metro está lleno aunque si soy sincera, nunca lo he visto vacío.

Tras todo los acontecimientos, mis padres decidieron aprovechar que papá esta en recuperación y quedarse en Madrid para estar con nosotras. Se instalaron en el ático que compraron para Victoria, al principio se lo alquilaron pero al ver que ella decidió permanecer en la capital, lo compraron.

Así que de momento vivo con mis padres aunque estoy buscando un piso de alquiler para mudarme. Necesito mi espacio y aunque a ellos no le gusten mucho la idea, finalmente lo han aceptado. Mi presupuesto no es muy alto, gano un sueldo decente en la empresa y me da para independizarme. Me gusta hacerme cargo de mis gastos, mi experiencia en Paris me ha demostrado que puedo vivir una vida donde tomo mis propias decisiones.

No es fácil pero si satisfactorio y estoy en ese punto. Soy feliz, tengo a mi familia, estoy estudiando lo que me gusta pero siento que me falta algo que no logro identificar.

Llego a la empresa y me olvido de ese pensamiento, que manía de buscar un pero a todo. Antes era el distanciamiento de mis padres ¿y ahora qué Audrey? ¿cuál es tu excusa? Al salir del ascensor, como era de esperar, la planta está vacía y eso me pone nerviosa. No estoy acostumbrada al silencio porque siempre he estado rodeada y ajetreada

—Llegas tardes — me critica mi jefe-cuñado —tráeme todos los informes

—A la orden jefe — gruño y noto como se le curvan los labios un milímetro — y no llego tarde, tu reloj está adelantado

—Lo sé — me guiña un ojo

Me doy la vuelta y voy hacia mi mesa, maldita sea la hora de sugerir ser su secretaria. Su puesto estaba vacante y pensé que era el único puesto que podría realizar. Nunca había sido secretaria pero supuse que no era un puesto de tomar decisiones y menos yo que no se nada de este mundo.

A mis padres les parecieron bien la idea aunque creo que si hubiera dicho ser la directora de la sede también me hubieran dicho que sí porque me quieren cerca. No tenía ningún tipo de expectativa en este puesto pero tengo que reconocer que no es tan malo, Martín alias el Villano que ya no lo es tanto, me enseña a comprender muchas cosas y a realizar otras.

—Aquí tiene señor Aguilar —entro en su despacho y le dejo los informes que me pidió

—Le tengo dicho que debe tocar la puerta y esperar a que le dé paso — me critica sin mirarme mientras coge el informe

—Lo tendré en cuenta — le saco la lengua porque sé que no me ve

—Siempre dice lo mismo —eleva la mirada de los informes para mirarme — y no se comporte como una niña

Achino los ojos y me doy la vuelta para irme ¿cómo se ha dado cuenta? Este hombre no hay quien le engañe. Me siento por fin en mi silla y enciendo el iMac para continuar con mis funciones.

Sé que no me puedo quejar, que estoy a gusto y que no es tan desagradable el trabajo de oficina pero no estoy acostumbrada a esto. Echo de menos Paris, a mis amigos, a mis profesores, a mi jefe... pero la vida son cambios y a mí me ha tocado cambiar.

***

—Enana —dice mi hermana asustándome, estaba tan concentrada en los gráficos que estoy analizando que no la oí llegar — ¿está disponible?

Todos los te quiero que me faltan por decir (Saga TE QUIERO  II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora