G-Game "El juego de Dios"

1. Una Chica Que Me Ame

Disfruta de los pequeños momentos, entre aquellas brisas y los cantos de las aves. Ríe aún si las cosas estén mal.

23 de marzo de 2025
Día 2 del “Juego de Dios”

La ciudad de Loto es muy grande, tiene distintos atractivos y lugares modernos donde la gente puede disfrutar de un buen momento a solas o en familia. Los edificios del área urbana son muy altos, los autos cubren la pista casi en su totalidad, el humo que desprenden mancha la belleza del cielo.

Supongo que eso es algo que podría mejorar si gano el juego, la convivencia del humano y la naturaleza. Siempre he odiado a las personas que no aprecian a los seres vivos ni a lo que nos brinda la madre naturaleza. Quizás por mi apariencia no lo parezca pero soy una chica muy fuerte.

El camino a la secundaria se me hacia largo desde mi casa, sin embargo, me parece que caminando puedo observar mejor mi alrededor y reducir un poco la contaminación.

—¡Ya casi es tarde! —exclamé luego de ver mi reloj.

Corrí como loca para llegar a tiempo a la puerta principal, ya había llegado tarde en dos oportunidades y a la siguiente llamarían a mis padres. Agitada y sudando, logré llegar a mi colegio. Era una institución enorme, pero mi salón se encontraba cerca de la entrada, así que logré entrar y sentarme en mi asiento.

Me acomodé mi largo y castaño cabello en una coleta larga, estaba agitada por lo que intenté calmarme.

—La bella e inteligente Sophia Bluz, ¿cómo amaneciste hoy? —preguntó mi mejor amigo a mi lado, Francis Sidfly.

Francis era apuesto. Alto, ojos azules, tez blanca, cabello corto y rubio, parecía salido de un libro de princesas dónde él era el príncipe encantador.

—Oh, muy buen, gracias —respondí cortante, tenía que resolver la tarea que venía a la última hora porque ayer me quedé dormida mientras la resolvía.

—Así que te faltan esos ejercicios, comprendo, yo te los podría pasar si deseas —comentó Francis amablemente.

—Gracias Fran, pero me gusta hacer mi tarea por mí misma —él no es empalagoso ni nada, pero me contaron que yo le gusto, así que intento mantener mi distancia con él.

—Pero, es demasiada y yo no me molestaría por hacerlo…

—¡Ya te dijo que no! —gritó Mandy, mi mejor amiga— ¡Insistir luego de un no, es acoso!

—Disculpa, sólo la quería ayudar —respondió un poco triste y alejándose.

Mandy se acercó y me entregó su cuaderno, incluso ella había terminado la tarea y yo no. Cuando iba a copiarla, de repente apareció el profesor en la puerta.

—¡Buenos días jóvenes!

La tortura había comenzado, digo, las clases comenzaron. Todo sucedió con normalidad, aunque ya no me preocupaban del todo las clases, tenía miedo del juego de Dios y de los participantes.

He estado conversando y tratando de sacar información de mis amigas y amigos, puesto que no nos mencionaron el rango de edad de los participantes, era lógico dudar incluso de mis compañeros de clase. Aunque dudaba mucho que alguno de ellos pudiera participar. Tenía hasta mañana para matar a alguien o mi ubicación sería revelada a los demás.

Sonó el timbre del recreo, todos salieron, yo corrí hasta la azotea, era un lugar relajante y podía despejar mi mente un poco.

Como si fuera un lugar reservado para mí, no había nadie cuando llegué. Saqué mi celular del bolsillo de mi falda y revisé la aplicación “G-Game”, que se instaló luego de aquel evento.