Welcome to the fatherhood-Tom Holland

53.

Isabelle Roberts

Otro día más y otro día  en la oficina, con Alya ya teníamos nuestros trabajos divididos y trabajábamos muy bien en conjunto.

—No me lo creo—Escuche a Alya susurre, levante mi mirada hacia ella y me miro—¿Como que el jefe tiene tatuajes?

Sin entender a lo que se refería lo busqué con mi mirada, estaba apoyado en un escritorio qué hay en el pasillo, con las mangas de su camisa celeste pastel remangadas hasta sus codos, se podían apreciar los tatuajes de sus brazos, subí mi mirada y pude notar uno en su cuello.

—¿Como nunca me di cuenta?—Pensé que solo mi mente había escuchado eso pero no.

—Pues no lo sé pero...—Alya respondió—Wow.

No dije nada y seguí observándole, Christian miraba a todos con sus brazos cruzados, su camisa combinaba perfectamente con su pantalón azul marino, su cabello estaba desordenado pero en su lugar al mismo tiempo, un rizo le caía por la frente, pude notar como tenso su mandíbula y su mano se enredó en su cabello peinándolo, cuando vi que volteaba su mirada hacia mi dirección baje rápidamente la mía volviendo a concentrarme al portátil.

—Viene hacia aquí—Alya dijo y no me moví de dónde estaba.

La puerta se abrió y levante mi mirada.

—Hola chicas—El saludo y las dos sonreímos como respuesta—¿Todo bien?

—Todo bien—Alya respondió y él le asintió.

—¿Estas muy ocupada?—Me preguntó mirándome.

—No ¿Que pasa?

—Ven—Me sonrió, me levante y le acompañe.

Con su mano en mi espalda me guió a su oficina, al entrar de un salto llego al sofá, solté una risita y me senté a su lado.

—Te voy a contar lo que estaba haciendo—Me dijo y le asentí acomodándome—Estaba viendo a quien podía llevar para que me acompañara a la ceremonia que habrá este viernes.

—¿Que ceremonia?

—Una editorial cumple años, ya sabes lo de siempre, pero no puedo ir yo solo en representación de la empresa y estaba pensando ¿A quien le digo para no decirle a Isabelle?

Reí y le mire negando con mi cabeza.

—Obviamente no pude elegir a nadie, así que vendrás tú ¿Puedes? El viernes a las 22 y puedes traer a un acompañante, si quieres.

—Tendría que pensarlo.

—¿Que tienes que pensar? ¿Si llevar acompañante o no?

Sonreí y suspiré.

—Ok, voy.

—Ok—El sonrió—Y no te preocupes en que ponerte, ya lo tengo decidido.

Le mire sorprendida.

—¿Un beso y ya decides que me pongo?

El río negando con su cabeza y humedeciendo sus labios.

—Te va a gustar y te va a quedar increíble.

—Cuando lo vea decidiré si lo usaré o no.

—Más te vale usarlo.

—¿Y si no?—Sonreí preguntando.

Borre mi sonrisa de mi cara cuando me di cuenta lo mucho que me había dejado llevar, el lo noto y desvió su mirada de mi.

—¿Algo más?—Pregunte levantándome.