Suavemente

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Suavemente...

Besame.

Que quiero sentir tus labios...

Besándome otra vez. (Elvis Crespo, Suavemente).

Desde que vio las letras neón color rosa, JiMin supo que no había vuelta atrás, que realmente lo había hecho. Pues, jamás pensó que una de sus fantasías se hiciera realidad: ir a un antro gay.

Al tener una familia altamente cristiana y conservadora, varios aspectos de su vida se vieron controlados y juzgados bajo la mirada de sus padres. No tenía nada en contra de sus papás, los ama después de todo, sin embargo, no significa que esté de acuerdo con todo lo que le impongan.

Al principio fue fácil, ser buen cristiano e hijo era pan comido. Sólo tenía que llevar buenas calificaciones a casa, no meterse en problemas e ir a la iglesia todos los domingos. Pero algo cambió en su perfecta rutina. Cuando inicio la secundaria, era normal que varios chicos de su edad se interesaran por tener novia, por ello, intento mantener una relación. Aunque algo no parecía estar funcionando bien. Porque cuando besaba a su muy bonita novia Jihyo, no sentía emoción alguna y eso le preocupaba.

¿Por qué no podía ver con los mismos ojos a su novia como lo hacia con Taehyung?

Pues, simplemente pasó que un día su vista se dirigió a ese chico guapo y no pudo apartar sus ojos de él. Observaba todo de él, su aura tan alegre y juguetona, su mirada brillante, sus manos delicadas y bonitas, su sonrisa y sus... Sus labios. Jamás tuvo tantos deseos de besar a alguien como los tuvo con Taehyung.

Un día, cuando era clase de educación física, JiMin creyó que se quedó solo en los vestidores, sin embargo, cuando vio a Taehyung acercarse de a poco supo que estaba equivocado.

—JiMinie, eres malo disimulando.

Sintió su corazón latir muy rápido y sus piernas flaquear, quizás hasta podría desmayarse. Pero, demonios, lo había descubierto.

—¿D-de qué hablas?

—Hablo de que te estás tardando demasiado en besarme.

No lo dejó responder, pues los labios del contrario golpearon tan pronto y rápido los propios. Quedó paralizado en ese momento, estaba sucediendo, él estaba besando a un chico. Después dejó que todo fluyera, relajó su cuerpo y permitió que el beso continuara. Los delgados y suaves labios de Taehyung hicieron sintonía con los suyos gruesos.

Diablos, se sentía tan bien.

Después de ese beso le siguieron otros. Se escondían en algunos sitios de la escuela y compartían ese bello gesto. A pesar de lo bien que la pasaban, tuvo que terminar abruptamente. Taehyung se regresaría a vivir a su pueblo natal.

No volvió a tener otro encuentro furtivo con un chico. Continuó fingiendo su vida perfecta, a pesar de ese sentimiento de pesadez cada que iba a la iglesia y miraba la figura de Cristo. Había pecado y esperaba que Dios lo perdonara por ser de ese modo.

No supo de dónde sacó la valentía para decirle sí a su amigo Jackson cuando le propuso la idea. Al principio le parecía una locura, por Dios, era un antro gay. Pero, tenía mucha curiosidad, ¿qué se encontraría en ese lugar?

Entre sinfonías y melodías [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora