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Estar en la cama de Jorge López y la experiencia de tener alguna relación sentimental con él, no duraba más de tres meses. Y Danna no había sido la excepción. Fijarse en el no era tan difícil ante su atractivo y fino rostro, su escultura cuerpo sumamente trabajado, era un exitoso multimillonario, además de su inteligencia y egocentrismo que lo caracterizaba, su caballerosidad, eran unas de las cualidades que volvían locas a las mujeres. Estar a su merced y disfrutar de sus dulces besos y sus adictivas caricias, era un placer y un privilegio. Sin embargo, nadie podía evitar el momento en el que el multimillonario las echara de su vida, llegándoles a partir su corazón. A pesar de él les advierta que sus sentimientos no podían involucrarse, siempre terminaban haciéndolo. Faltaba tan solo una semana para que el año se acabara y con el, el tiempo de estar con su amante de turno, Danna. Era una de las mejores chicas que había tenido, su sencillez y actitud tenían algo que la volvía especial. Parecía que Danna se había enamorado de él, o eso había comenzado a sospechar desde el último mes y termino por confirmarlo cuando lo invitó a casa de sus padres para la cena de navidad, a la que él se negó rotundamente.
Flashback
-¿Te gustaría ir a cenar con mis padres para navidad?-Lo abrazo de cintura, tomándolo por sorpresa.
-Danna...-Dejo a un lado los papeles que revisaba y enfoco su mirada en la mujer.-Me gustaría pero sabes que no puedo.
-¿Por qué?-La mirada de ella tan penetrante e intimidante para él, lo quería convencer pero no podía ceder.
-No me quiero involucrar más contigo.-Se alejó de ella para servir una copa de Whisky y aminorar un poco sus nervios.-Sabes que lo nuestro no va más allá del sexo.-Aclaró.-Nada de sentimientos.
-Tienes razón.-Asintió tratando de no mostrar tristeza, pero él la conocía bien y sabía que sus palabras le habían dolido.-No se porque dije eso.-Se acercó a él y besó sus labios, salió de ahí no sin antes mostrarle una sonrisa forzada. Se sentía tan estúpida porque ella pensaba que él podía enamorarse de ella, pero eso no era una historia cliché, esta vez la única enamorada era ella. A pesar de las acciones románticas que él tenía con ella y cuando pensaba que lo hacía por amor, él le daba un golpe de realidad, dejando en claro que no era un gesto de amor. Así funcionaban las cosas con él y no podía quejarse, pues había aceptado con gusto con tal de estar siquiera pasajeramente en su vida.
Fin del flashback
Los días pasaron, acercándose cada vez más al momento de terminar con la rubia adorada. No entendía que era lo que sucedía con él, casi siempre, su interés disminuía por la chica que estaba con él. Sin embargo, con Danna era diferente, la atracción, no tan solo sexual, que tenía con ella aumentaba más y más. No podía permitir que aquello siguiera creciendo, solo esperaba con ansias que llegara dicha fecha para acabar con toda relación con ella y sacarla de mente y vida. Al llegar a su departamento fue sorprendido con una cena romántica preparada por Danna, quien lo esperaba con una sonrisa y arreglada elegantemente para la ocasión.
-¡Wow!-Fue lo único que salió de su boca al verla parada en la terraza con gran vista a la ciudad.
-¿Te gusto tu sorpresa?-Le sonrió acercándose a él.
-Me has dejado sin palabras.-Nunca nadie antes le había preparado algo para él, por lo general, era él que daba sorpresas y regalos.-Definitivamente no me lo esperaba.
-Ven.-Dejo sus llaves a un lado y la siguió aún con sus manos entrelazadas.-Lo preparé yo misma, espero que te guste.
-Vamos a probar.-Sirvió un poco de la ensalada y la pechuga rellena, llevo un bocado a su boca y cerró los ojos disfrutando del sabor que los alimentos tenían.-Es delicioso.-Dijo con sinceridad.-No sabia que te gustaba la cocina.