Sujeto: Yumi Adora Hoshigawa Adeptys
Edad: 129 años
Fecha: Domingo – 1 de Febrero de 1757
Hora local: 10:08:25
Clima: Cielos nublados con lluvias ocasionales
Ubicación: Ciudad portuaria de Albatros
Esto está mal, está muy mal, no sé cómo fue que las cosas desembocaron en esto, o mejor dicho, sí lo sé, pero me cuesta creer que pasara tan rápido, los rebeldes decidieron salir de sus escondrijos y comenzar una guerra urbana a pequeña escala, pero todo apunta a que esto ira empeorando de forma paulatina.
La gente le dispara a los soldados desde sus propias casas, cuales búnkeres improvisados, la primera oleada del Dominio avanzaba con fuerza por las calles durante los primeros minutos, pero fue rápidamente barrida al llegar al corazón de la ciudad donde los rebeldes tienen mayor presencia, esto no va a acabar bien.
Me muevo entre los edificios gracias a los propulsores de mi armadura para tener una mejor vista del panorama, llego hasta el tejado despejado más alto de la zona y me detengo ahí para planear mi próximo movimiento, se suponía que debía ir con Mactavish, pero dadas las circunstancias eso tendrá que esperar, sé que está bien, ha sobrevivido a cosas peores, pero el no tener noticias suyas me acongoja.
Por otro lado, la señal que había captado mi Tecnoconsola se ha disipo, fuera lo que fuera que haya captado se fue, o peor aún, ya no soy capaz de detectarlo, solo espero que no nos de problemas más adelante.
Hay mucha gente abandonando sus casas tan rápido como pueden para huir a la zona este de la ciudad, lugar donde presumo que los rebeldes están apostados, todo esto ante la inminente llegada de la segunda oleada de las fuerzas del Dominio, los residentes de la zona oeste son los que se están llevando la peor parte, sin tiempo de escapar y tomados por rebeldes a pesar de que están desarmados quedan a merced del fuego de los soldados, es suficiente para mí.
Un pequeño grupo de personas quedan acorraladas a los pies de esta estructura, los soldados se preparan para ejecutarlos, no lo puedo permitir, tomo aire, con rifle en mano y con mis ojos alumbrando de ese azul blanquecino me dejó caer con mi cuerpo imbuido en Energía, la gravedad hace su trabajo y la Energía Cristalina contribuye a la onda expansiva que se crea al aterrizar en el suelo, los uniformados salen volando en todas las direcciones.
La mayoría quedo inconsciente, otros no fueron capaces de levantarse por la conmoción, pero los pocos que no habían sido alcanzados por el impacto intentaron abatirme con sus armas, pero mi escudo de Energía integrado en mi armadura es muy efectivo a la hora de contrarrestar ese tipo de ataques, al percatarse de que solo estaban perdiendo el tiempo decidieron cargar con su bayonetas esperando un mejor resultado, grave error.
Recibí al primero con una pequeña pero precisa ráfaga de mi rifle de Energía, la cadencia de tiro de esta arma es algo alta para ser un rifle, de 1000 a 1200 disparos por minuto, el soldado fue acribillado en un parpadeo, los disparos perforaron su carne con mucha facilidad, su cuerpo quedó reducido a jirones muriendo antes de que su cuerpo llegara al suelo, el segundo que aún no se había dado cuenta de que su compañero de al lado ya había muerto sufrió igual de doloroso, y con su muerte el resto por fin entendió que no había nada que pudieran hacer, así que huyeron al oeste a reunirse con el resto de sus fuerzas.
Tal vez sea un error dejarlos escapar, pero no soy capaz de dispararle a alguien desarmado, no soy como ellos...
-Ya están a salvo. –Me dirigí a los civiles, la mayoría de ellos están heridos, tienen sus ropas impregnadas de sangre tanto propia como ajena, necesitan atención médica inmediata.
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El Lamento de los Héroes
Ficção CientíficaUn héroe yace tendido en el suelo a punto de exhalar su último aliento, frente a él su archienemigo saborea su victoria y se deleita con el sufrimiento de su rival. Antes de morir, nuestro héroe vera pasar su vida frente a sus ojos de principio a fi...