MAGIC CITY/One-Shots WinterBaron

☁1. Supermercado☁

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Era sábado y como todos los sábados por las mañanas, me levantaba a hacer ejercicio en un pequeño gimnasio que mi mamá me había ayudado a hacer en el sótano de nuestra casa. Todo era bastante rústico, teníamos una bicicleta que compramos por Internet a un precio bajo, ahorré bastante para poder comprarme unas cuantas pesas de distintos tamaños. Era algo simple, pero me servía para lo que quería; mantenerme en forma. Me levantaba a las 6 de la mañana todos los sábados, me hacía sentir bien todas las mañanas, así que lo comencé a hacer todos los sábados, ya que antes lo hacía poco, pero descubrí que me sentía bien con ello, pero bueno, tal vez no les interese mi rutina de ejercicios, así que pasemos a lo importante.

Me llamo James "Bucky" Barnes, tengo 17 años y vivo en New York. Originalmente soy de Rumanía, mis padres son de haya y yo también...bueno, mi padre se diborsio de mi mamá y cuando eso paso, mamá y yo decidimos irnos a vivir a Viena cuando yo tenia 8 años, paso un tiempo y mamá quiso mudarse de nuevo, ya que el ser una pianista no le daba mucho en Viena, así que nos mudamos a Estados Unidos, exactamente a Rockland, New York cuando yo tenia 12 años. Tarde unos cuantos años en que mi acento rumano desapareciera, ya que se la pasaban haciendome bullying por eso, y el que tenga astigmatismo —lo que me hace usar lentes todo el tiempo— eran causantes muy buenos para que me hicieran bullying. Aprendí inglés en Estados Unidos, aunque en Viena tomé clases de ingles, pero aprendí más gracias a estar en Estados Unidos. Con el tiempo mi acento se fue quitando, de hecho ahora no recuerdo muchas palabras en Rumano, pero aún tengo el idioma en mi cerebro, después de todo es mi lengua mater. Actualmente sólo estamos yo y mamá, aunque tiene un noviazgo con un director de una escuela privada, el tipo es agradable y hace feliz a mamá, así que todo está bien.

Bueno, ahí está una pequeña introducción a mi vida, ¡ah! si, otra cosa. Trabajo en un super por las tardes, ayudó a guardar las cosas en las bolsas y ayudo a quien lo necesite a llevar sus cosas a su auto, acomodo los carritos de compras en su lugar cuando los dejan regados en los estacionamientos, pero más que nada soy el que guarda tus cosas en las bolsas de papel. Trabajo los lunes, miércoles y viernes, los demás son libres. Con el dinero que ganó, más las propinas que me dan, ayudó con los gastos de la casa a mamá, como el pago de la renta o el de las compras, aunque aveces no acepta mi dinero, pero siempre dejo la mitad de lo que ganó dentro de su cartera, lo que me queda lo ahorro para algo más importante, no se para que, pero me gusta ahorrarlo.

No somos una familia de alta sociedad, aunque a mamá jamás le a gustado que vivamos mal, por eso tenemos una casa pasable, no tan cara, ni muy barata. Es muy bonita, mamá quedo enamorada de esta casa y no quiero que por falta de dinero la dejemos algún día, así que por eso la ayudo con el dinero y, obviamente, con el dinero de mis estudios, pues la preparatoria no es del todo barata.

Como dije, todos los sábados hago algo de ejercicio, después tomó una ducha y si mamá no a despertado aún le preparo el desayuno y se lo llevo a la cama. Hoy paso eso, mamá seguía dormida así que me dispuse a prepararle un simple desayuno, algo de huevos revueltos, salsa de tomate, un pan tostado y un vaso de jugo de naranja, su favorito. Subí las escaleras hasta su habitación y la abrí cuidadosamente para no tirar nada de lo que llevaba en la bandeja. La habitación estaba un tanto oscura, pero entraba algo de luz por la ventana de su habitación. Decidí dejar el desayuno en su cómoda para ir a abrir las cortinas color durazno que había en su habitación, en cuanto las abrí la luz entro al lugar. Me acerqué al interruptor de la luz y la encendí. Me acerqué a paso lento a la cama de mi mamá, después me senté a su lado y comencé a mover levemente sus piernas.

—Mamá...mamá, despierta llegarás tarde a tu trabajo—la moví un poco más, hasta que vi que comenzó a moverse en la cama me detuve.