Jeon Jungkook, un dulce y amable chico que desea poder estudiar, socializar y ser libre. Kim Taehyung, un novio tóxico y posesivo que vigila constantemente a su pareja y controla su vida. ¿Cómo hará Jungkook para librarse de su novio controlador? ִֶ...
Cuando alguien es demasiado tóxico y no pueda controlarte, buscará a los demás para controlar sus actitudes contigo. ¿Cuándo una persona es tóxica? ¿Por qué lo es? Jungkook lo notó desde aquel día, esa pesadilla que seguía presente y que marcó su vida.
Ni las películas de terror ni los cuentos de miedo. El día más atroz que pudo haber vivido con quien dijo que amaba. Con su alma gemela, con el amor de su vida, con su héroe, quien se transformó en su propia miseria.
¿Cómo podía convivir el mísero en el poder? Siguiendo de largo, sin luchar, aceptando lo que era y lo que tenía, soportando el dolor, la angustia y las burlas.
Kim Taehyung era el claro ejemplo de poder. Salía, se vestía como quería, comía lo que quería y no recibía llamadas de su novio preguntando su ubicación y con quien hablaba.
Jeon Jungkook se convirtió en un mísero al convivir por tres años con el chico quien prometió cuidarlo y amarlo, pero que ahora mismo le está fallando.
-Si me prometes que me amas, por favor, no sigas jugando así.
¿Era tan difícil? ¿O solo no quería perderlo?
Dormía de costado, sentía dolor. Dormía de frente, era la misma sensación. Sea cual sea la posición en la que dormía, los golpes aumentaban de dolor.
Jungkook se levantó, molesto de no poder dormir al aplicar presión con su cuerpo en los golpes, dolía como un infierno. El intentar ocultar los moretones y disimular que nada había pasado fue un gran error, una vez que sus amigos se fueron, con cada paso que daba, esa molesta sensación lo invadía y lo tenía como loco.
Encendió la luz de la lámpara a su lado en la mesita, refregando su cara delicadamente. Miró sus manos, llena de pequeños cortes.
Taehyung para por favor
Cerraba sus ojos al recordar aquel día, donde él había salido a escondidas y Taehyung lo encontró de pura "casualidad". Fue la primera vez en su vida donde su novio lo golpeaba, más siendo de una forma violenta. Recordaba con exactitud el día en que se dio cuenta que vivía como un monstruo, al que no se animaba a dejar.
Abrió el cajón de la mesita de luz y sacó su preciado diario, que por suerte, su novio no sabía de su existencia. Comenzó a escribir, dejando caer esas lágrimas que aguantó todo el día.
14 de julio
No se que decir, no se que hacer, ¿Cómo es que aun sigo vivo? ¿Cómo es que aún estoy viviendo con aquel chico? El chico que me prometió amarme, cuidarme, respetarme. Y aquí está, golpeándome y diciéndome que hacer, haciéndome sentir un idiota, miserable e inservible. De una forma, ya me siento acostumbrado, pero es una horrible situación, que jamás nadie debería pasar.
Dejó de escribir, sintiendo un nudo en la garganta. Las palabras no le salían, sus manos se inmovilizaron. Estaba sintiendo un enorme dolor en su pecho por ese chico que tanto amó.
Arrancó la hoja, la arrugó y la tiró lo más lejos que pudo. Tomó su cabeza, tironeando su cabello, mientras gritaba alguna que otra cosa, golpeando el colchón. Estaba histérico de tener que seguir conviviendo con esa calamidad, odiaba su corazón que no le permitía irse lejos de él.
Jungkook era conocido por su gran fidelidad y enorme corazón. Era demasiado leal y por más mierda que haya pasado, él siempre estaría al lado de esa persona, perdonando y amando con todos sus detalles. Era difícil no amar a Taehyung, fue él quien lo sacó de la casa de sus padres cuando se enteró de lo que el menor vivió. Fue Taehyung quien lo cuidó desde hace siete años. Y fue él quien le dio un gran giro a su vida, devolviendo esas sonrisas que en su niñez jamás pudo tener
Déjame ir Taehyung.
Se quedó tirado en la cama, sintiendo los fuertes golpes que hace unos días antes que Kim viajara le había dado. Fue una gran discusión, donde el menor por accidente le gritó que cuando se fuera, se iría, así jurando no volver a tener contacto con él. Lo que explicaba las constantes videollamadas o fotos de su ubicación, y las amenazas.
Una chispa lo hizo reaccionar, faltaban solo tres días para que volviera. Se levantó limpiando sus lágrimas y comenzó a buscar algunas de sus pertenencias.
Todo lo que él pudo comprarse lo guardó, mientras que todo lo regalado por Taehyung fue botado. Algunas fotos con sus amigos, alguna que otra cosa como cuadernos, diarios y dibujos, los metió dentro de una cajita y lo archivó en la puerta de entrada.
Estuvo toda la noche guardando sus pertenencias, dejando de lado todo lo que provenía de Taehyung.
No me seguiré sintiendo miserable por ti.
A las 4:56 am, Jungkook estaba durmiendo en el sillón. Comenzó a sentir una sensación rara y escalofríos al recordar las veces en que ambos durmieron juntos. Sintió asco con él mismo por las veces en que habían tenido su intimidad.
Se sentía horrible con él mismo.
La alarma sonó a las 8, haciendo que Jeon se despertara con desgano. Tenía su cabello revuelto y un pañuelo pegado a su mejilla. Dio un largo bostezo y vio al frente, encontrándose con todas sus pertenencias.
La alarma sonó a las 8, haciendo que Jeon se despertara con desgano. Tenía su cabello revuelto y un pañuelo pegado a su mejilla. Dio un largo bostezo y vio al frente, encontrándose con todas sus pertenencias.
Sonrió apenas, imaginaba como se sentiría ser libre al escaparse y alejarse de Taehyung. Se estiró y sus huesos comenzaron a tronar.
Cuando se encorvó de nuevo, sintió una enorme punzada.
No podía levantarse del dolor, se volvió a tirar al sillón, quejándose por esas punzadas en su espalda y a sus costados. Estuvo así alrededor de veinte minutos, no había calmantes que lo curara, ni siquiera con un poco de hielo. Cada vez esas punzadas se hacían más fuertes y Lee no podía siquiera respirar bien.
Necesitaba levantarse, calmar esos dolores amenazantes y fuertes, los calambres surgieron a medida que el rubio se quejaba aún más. Mientras sostenía su lateral izquierdo, su abdomen se acalambró, así comenzando a sentir un infierno en su cuerpo. No podía llorar por el gran dolor y tampoco podía moverse, estaba en el sillón, hecho una bolita que sufría las punzadas por los moretones, y ahora los calambres.
Para su suerte, su teléfono comenzó a sonar.
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Espero que les haya gustado el capítulo, tengo 2 historia más en borradores pero no se si subirlo :") Tomen awita y cuídense bien, no salgan a la calle💗
