Cap 2, parte 1

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Kim Taehyung-.

Me estaba preparando para mi exposición. Me puse un traje color caqui, una corbata color negra y una boina.
Jun se había encargado de que todo lo que iba a exponer ya esté en el museo Rijksmuseum.

Antes de marcharme de la habitación me puse un abrigo ya que parecía llover afuera.

Bajé a la recepción y vi que Jun junto a Edwin y Annie estaban esperándome –buenos días señor Kim– dice Jun con una pequeña reverencia –¿nervioso?– pregunta Edwin dándome una palmada en el hombro –oh, claro que no– dije riendo –yo con Annie nos vamos después a tu exposición, iremos a desayunar primero– dice Edwin tomando la mano de Annie –está bien– asentí sin ningún gesto –vamos Jun– dije saliendo del hotel y Jun siguiéndome por detrás. No tardamos mucho en encontrar un taxi –hacia Rijksmuseum, por favor– le dice Jun al taxista.
No tardamos mucho en llegar. Salimos del taxi y fui camino a entrar al museo pero sentí una mano en mi hombro –Taehyung!– dice una voz femenina detrás de mi, me volteé y era la mujer de ayer, mi compañera de clase en Inglaterra. Sentí los nervios a flor de piel –no soy Taehyung, pensé que le había quedado claro. Si tiene algún trastorno mental vaya a un hospital psiquiátrico, deben de haber muchos acá en Holanda, pero por favor déjeme en paz– si, estaba nervioso pero tengo que actuar como si no lo estuviese. La cara de ella se transformó –que desquiciado te has vuelto Taehyung...– Jun la interrumpe –disculpa si interrumpí algo pero él es un hombre ocupado, gracias– me dice y yo asentí. Ambos nos dimos la vuelta y entramos al museo –no sé qué sucedió allá afuera pero si eso le causó nervios, afuera hay un sector para fumadores– dice Jun yéndose por otra dirección –¿a donde vas?– le pregunto al ver que seguía su camino por otro lado –tengo que organizar su exposición señor Kim, usted vaya a relajarse–.
El museo era enorme, baje las escaleras y un hombre me detuvo –¿Kim Taehyung, cierto?– me pregunta quien parece ser un trabajador de el lugar –si– respondí –por favor, siéntase cómodo, en la esquina del museo se encuentra un mapa de distintas partes del museo para que se sienta libre de ver lo que usted quiera, hay una terraza afuera que es solo para personal del museo en el cual puede fumar o tomar algún trago si usted desea. Cualquier duda puede acudir a algún personal– dice este y yo asentí con amabilidad –muchas gracias– bajé las grandes escaleras para llegar a lo que sería el primer piso de Rijksmuseum. Me sentí un completo turista. La gente a mi alrededor suele vestir con ropa de alta costura, el sonido ambiental era tan solo jazz, las personas no se atrevían a murmurar, se deleitaban con las grandes piezas de obra de arte en el mostrador.
Salí a la terraza y a suerte mía no se encontraba nadie. Saqué un cigarrillo de mi bolsillo y lo prendí.
A mi alrededor se encontraban plantas y arbustos con formas de cuadrado. Creo que suelen utilizar esta terraza para eventos externos al museo o algo que tenga ver al arte.
La verdad no tengo nada pensado en lo que dire, soy muy espontáneo. Me siento afortunado que hayan querido tener gran parte de mi trabajo en este museo. Dentro de la fotografía comencé vendiendo mis obras fotográficas a 1 dólar en las calles de Brooklyn, ahora mismo me pagan una infinidad de dinero por tan solo mostrar mi trabajo.
–hola señor Kim– escuché una voz femenina y me volteé a ver –soy Sara Marchetti, esposa del ejecutivo de las artes en Rijksmuseum– extiende su mano y yo recibí su saludo –hola bella dama, ¿necesita algo de mi?– pregunté con una sonrisa y ella me devuelve otra –me preguntaba si usted quiere tomar un trago conmigo antes de su exposición– dice y yo reí entre dientes, ya se las verdaderas intenciones de ella –¿cómo podría decirle que no a una mujer hermosa como usted?– pregunté y ambos reímos. Nos acercamos a la barra de tragos que se encontraba ahí y nos sentamos –oh, permítame a mí servir su trago, dulzura– dije y ella asintió –¿que gusta?– le pregunté –me apetece un vermouth– dijo y yo la miré de reojo –¿por qué no un Martini?– le pregunté agarrando la botella de vodka martini –tomemos un martini los dos entonces– dice sonriendo y yo le guiñe el ojo. Prepare dos copas de martinis y ella dió un sorbo –¿y cuando comenzó con esto de las artes señor Kim?– dice –no puedo adelantarle mi exposición señorita Marchetti, ¿italiana, verdad?– dije y ella rió –si, italiana– asiente –es interesante que no haya ocupado el apellido de su marido...– sonreí y tome un sorbo –no lo uso cuando quiero conquistar– dice sonriendo –bastante interesante a decir verdad...– me acerqué lentamente a su rostro y vi como sus mejillas comenzaban a ruborizarse –¿qué sucedería si le digo que quiero entrar a ese pequeño cuarto de jardinería con usted ahora mismo?– pregunta ella con una respiración agitada –con gusto la acompaño– le susurré. Tome su mano y la llevé rápidamente al cuarto de jardinería que se encontraba ahí –es bastante oscuro– dije cerrando la puerta. Nos acomodamos en un lugar y ella me besó rápidamente. Le subí el vestido y me baje los pantalones para hacer todo más rápido. Y bueno, ya saben el resto...


Dream Lover -Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora