Diamantes oscuros

Capítulo 43.

Diamantes oscuros.

Capítulo 43.

La pajilla estaba girando sobre mis dedos, el clima ya no era tan frío y la respiración de una Shelby molesta me tenía con los nervios de punta.

-¿Qué más ha dicho?- pregunto, sintiéndome más incómoda que nunca.

-Que dejaste a las Alpha por problemas de hombres.

-Vaya- suspiro y parto la pajilla a la mitad-. Supongo que no van a aceptarme en la maldita fraternidad, ¿no es así?

-No lo sé, Mika es un misterio y aunque no te interese en absoluto la casa, te darán un mejor trabajo bajo recomendación suya- se encoge de hombros y asiento.

-Ya tengo un trabajo, pero supongo que si quiero pedir trabajo tendré que llevar recomendaciones.

-Sí, de una u otra forma te pagan más, porque piensan que eres niña de altura- revolotea las pestañas y ambas reímos.

-Qué alivio debe ser nacer en cuna de oro- sonrío a medias-. En el buen sentido te lo digo, porque tú sí que te esfuerzas, pero hay otras chicas que únicamente tienen que sonreír para conseguir las cosas.

-Lo sé, ¿qué hay del dinero que trabajaron tus padres?- sopla su café y se queja en voz baja al quemarse.

-Nada, no quisieron seguir pagando nada mío.

-¿Te mostraron papeles?

-Algunos…

-Bien, pues deberías pedirle a Liam que con su equipo de gente fabulosa y misteriosa lo revisen por ti.

-Dudo que su apretada cabeza de balón le permita hacer algo más que pensar en él- me rio y Shelby niega.

-Yo creo que sí te quiere.

-Ojalá, ya hice de todo- refunfuño.

-Llevas un mes y medio haciéndote la difícil, dale algo de crédito por seguir esperándote.

-Querida, llevo un año esperándolo, dame todo el maldito crédito a mí.

-Tienes el cariño de Ronan, eso debería ser el punto importante.

-Ronan es mejor que Liam- le sonrío orgullosa-. Ese hombrecillo es todo lo que Liam no, la chica que lo tenga será la ganadora de la vida.

-Ni hablar, eso lo tenemos muy claro.

-Y me ha invitado a la ceremonia de fin de cursos.

-¿Fin de cursos?

-Sí, no sé a qué tipo de escuela vaya pero tienen un sistema de clases increíble- levanto las cejas.

-Debe ser como ir a la escuela del príncipe Harry, pero con más clase.

-Así es.

Me despido de Shelby, porque su agenda está llena de Finn y ya es bastante milagro el hecho de que la tenga aquí. Así que salgo y me dirijo a mi nueva campaña para una marca latina que es mucho más fresca que el resto de las que he estado haciendo.

La ropa y los accesorios me tienen impresionada, pues son tan elegantes que siento que cualquier chica los merece en su colección.

-¿Estás entusiasmada por trabajar con nosotros?- su tono de voz lleno de masculinidad me penetra la piel.

-Creo que no, primero debo adaptarme a la idea de que usaré estas cosas geniales- levanto los ganchos con la ropa y sonrío con timidez.

¿Qué demonios me ocurre?