Organizándose

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El alba estaba por llegar y los aldeanos estaban esperando en el refugio el momento de partir, en cuanto el alcalde diera la ordén.

-Vegetta, no estoy a favor de esto ¿Yo que voy a hacer en aquellos poblados?-.

-Elizabeth escucha, necesito que vayas con ellos, al menos por ahora- respondió cansado.

La joven iba a quejarse, pero se detuvo. Él realmente se veía agotado tanto física como psíquica y espiritualmente. Suspiró y asintió a su petición.

La tarde de ayer había llegado cuando terminaron de hablar con el alcalde. Pasaron por comisaría por las bolsas mortuorias y volaron a casa de Vegetta, tenían que encargarse de los aldeanos y de limpiar la muralla. El dueño insistió en cambiar las piedras y poner todo nuevo, Luzu y Willy se quedaron ayudando con eso mientras Alexby y Fargan volvía a comisaría para investigar esos cabellos, pero no podían hacer mucho ya que los médicos estaban preparándose para partir.

Cuando terminaron en casa de Vegetta se decidió que tanto el cómo Rubius se quedarían con Luzu y Willy.

-Vegetoide, voy a acompañar a Willy a buscar cosas en su casa y los esperamos en la mía luego- dijo Luzu acercándose a ellos.

-Está bien, Rub y yo prepararemos algunas cosas para llevar y a mis lobos antes de ir- le informó- disculpa las molestias Luzu- se disculpó.

-Oye está bien, a mí tampoco me apetece ser un blanco fácil- dijo con una risita- además será más llevadero esperar al alba-.

Se despidieron de ambos y salieron de la mansión.

Ya anocheciendo se les unieron en casa de Luzu, Fargan y Alexby también fueron, la comisaria quedaría sola, al no haber personal ya no tenía caso quedarse solos en aquel lugar, podían convertirse en un blanco fácil para el enemigo.

Vegetta le pidió a Cerdus que permitiera que sus hijos y Elizabeth fueran con él, con el fin de mantenerlos con vida y seguros. El alcalde no dudo, pero si lo hicieron sus hijos y su amiga. Aun así, el azabache insistió y nadie pudo decir nada más.

En casa de Luzu, tuvieron una cena agradable, como hacía tiempo no la tenían, ese día no habían comido nada con todo lo que había sucedido y trataban de no pensar en ello porque acudían arcadas involuntarias.
Estaban a resguardo en el búnker, Luzu y Willy tomaron el primer turno para hacer guardia mientras los demás descansaban en sus bolsas de dormir. Fueron a la habitación que llevaba a la única entrada para estar atentos a cualquier ruido o movimiento.
Alexby y Fargan aún estaban despiertos mientras murmuraba cosas entre sí. Algunos chistes o anécdotas, puesto que trataban de ahogar sus risillas.

Fargan puso un semblante serio al dirigir su mirada dónde Vegetta y Rubius dormían. El menor dormía sobre su pecho abrazado fuertemente por el mayor en un intento de que nadie lo apartará de él mientras dormían.

-Vege está mal- dijo en un susurro para voltearse y quedar boca arriba mirando el techo y con sus brazos detrás de su cabeza.

-Está mal porque quiere estarlo- respondió Alex- nadie le dijo que cargará con todo-.

-Alesby ¿Por qué estás tan molesto con él?- le preguntó mirándolo sin comprender su actitud.

-Mmmm porque parece no importarle nadie más que Rubius- repuso molesto mirando al techo también.

-¿Estás celoso de Rubius?-.

-N-no-.

-¿Te gusta Vegetta o Rubius?- preguntó en tono serio.

Tú Conmigo y Yo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora