⊱⋅ 𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 - [𝙰𝚛𝚞𝙰𝚗𝚒]

Torcedura

— Maldición, la próxima vez que Eren me pida entrenar, me aseguraré de que Mikasa no ande cerca —

Se quejaba por los pasillos cierta rubia tras abandonar el comedor luego de haber acabado con su cena. Decidió irse antes ya que estaba casi segura de que Mina Carolina, quien usualmente solía cenar con ella, le haría un interrogatorio sobre el por qué de la cojera que ahora presentaba la ojiazul. Su tobillo derecho la hacía rabiar de dolor con cada paso que daba por el largo pasillo que llevaba a las habitaciones de los reclutas, el cual esa noche le parecía eterno. Disimulada bastante bien cuando alguien pasaba a su lado, disminuía la velocidad o incluso se detenía hasta que los perdiera de vista. Todo en aras de evitar preguntas no deseadas y explicaciones que no tenía intenciones ni ganas de dar. Aunque dudaba que alguien le dirigiera la palabra o se preocupara por ella, a fin de cuentas era una loba solitaria.

La razón de su problema había tenido lugar en el entrenamiento cuerpo a cuerpo de la tarde, donde Eren, una vez más, le había pedido que lo ayudara enseñándole alguna nueva técnica que le sirviera para inmovilizar a su adversario.

-Annie, por favor ¿podrías enseñarme alguna llave para inmovilizar? - el intento de la rubia de querer escabullirse de aquel entrenamiento se mostraba frustrado ante la petición del castaño en un tono casi suplicante

-No entiendo por qué siempre me lo pides a mi teniendo a Mikasa. Dudo mucho que se niegue a enseñarte si se lo pides - fue la respuesta de Annie con su típico tono y rostro neutrales al intentar evadir aquella petición

-No es igual, Mikasa es la número uno en todo gracias en parte a su fuerza bruta. Necesito técnicas cuando deba enfrentar a alguien más fuerte que yo como ella - la mirada de Eren era seria, en verdad deseaba aprender y eso fue algo que Annie que no pasó desapercibido

Tras un suspiro y un asentimiento de cabeza por parte de la rubia, ambos iniciaron su entrenamiento el que, a los pocos segundos, había concluido con un Eren tirado en el suelo soltando alaridos de dolor ocasionados por la presión que ejercía ella en su brazo al doblarlo y presionarlo contra su espalda.

-Ok Ok Annie, ya entendí. Ya puedes soltarme - pedía el castaño apretando los dientes hasta que finalmente la rubia lo soltó colocándose de pie

-Bien, ahora ponte de pie e intenta ese mismo movimiento en mi - ordenó Leonhardt pero fue algo que nunca pasó

Al parecer Mikasa los había estado observando desde hacía ya un rato y por supuesto, no le había hecho ninguna gracia que Eren haya sufrido así sea por un entrenamiento o no. La azabache se acercó con cautela por la espalda de Annie con intención de atacarla por sorpresa aunque esta última se percató en el último instante. Debido a ello y para su desgracia, al esquivar el golpe de Mikasa apresuradamente, dió un mal paso provocando que su pie derecho sufriera una torcedura que logró disimular muy bien. Al menos nadie se había dado cuenta, o eso pensó ella.

La noche se fue volando con una fuerte lluvia que perduró hasta el día siguiente alrededor de las 5 P.M, hora en que los cadetes debían dirigirse al campo de entrenamiento para dar inicio al ejercicio de ese día que a causa del torrencial no pudo ser antes. Era como si la lluvia se hubiese detenido apiadándose de ellos para que no tuviesen que entrenar con un diluvio cayendo sobre sus cabezas.

-¡Escuchen bien bola de idiotas! ¡El entrenamiento de hoy será correr alrededor del bosque! ¡Entendido! -
Keith Shadis era quien daba las órdenes con su tan peculiar tono autoritario infringiendo pánico en sus reclutas. Toda la tropa no. 104 se encontraba formada frente a él en posición de atención, los cuales al escuchar la última palabra de su superior respondieron al unísono un sonoro:

-¡Si señor! -

Para suerte de Annie el alivio la invadió, el bosque no quedaba tan lejos así que no debían de andar mucho hasta llegar, pero al hacerlo y observar el terreno la historia era diferente. Aquel sitio lleno de enormes árboles ya de por si contaba con un terreno bastante irregular: piedras de todos los tamaños, algunos agujeros hechos por animales, raíces. Y gracias a la reciente lluvia se podía agregar que la tierra se encontraba hecha lodo, lo que significaba que sería sumamente fácil resbalar al correr, para colmo la pesada mochila que debían cargar en sus espaldas solo empeoraba la situación.