Entre Vendas y Listones. (Serie de One Shots)

Ultima voluntad.

-Dime si o no, solo te estoy pidiendo una respuesta.

-Todo se va a complicar si digo que si- menciono a punto de dejar caer sus lágrimas- Van a odiarte.

-Ya lo hacen- respondió con una sonrisa en los labios – ¿Crees que me importa? Mientras no me odies tu- acaricio su cabello a la par que miraba aquellos intensos ojos castaños – Mientras puedas seguir viéndome con amor todo está bien para mí. Te repito... Utahime, ¿Te irías conmigo?

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Eran las doce del día pero no era capaz de levantarse de la cama, sabía que tenía un evento importante al cual asistir pero ese era el motivo por el cual solo quería que las sabanas se la tragaran; después de todo no todos los días se casaba el hombre que amabas, menos cuando no era ella la novia, no existían las ganas de salir de allí al saber que no sería la mujer que estaría junto a él toda la vida.

El timbre comenzó a sonar y la azabache sabía perfectamente de quien se trataba, arrastro sus pies hasta la entrada y dejo pasar a su castaña amiga mostrándole el deplorable en el que estaba, ella misma no se reconocía, pensar que hace unos meses todos eran peleas y confrontaciones con cierto peliblanco y ahora mismo lo único que necesitaba para calmar a su lastimado corazón eran sus palabras sarcásticas.

-¿Podrías fingir que al menos me pones atención? – pidió Shoko mirándola con lastima y eso también le daba rabia, sentirse tan tonta sufriendo por amor- No te pido que estés contenta, pero al menos... dime que podrás soportar este día.

-Soportar la ceremonia es lo de menos, Shoko- una lagrimas rebelde se le escapo- ¿Cómo te preparas para superar que el hombre que amas jamás será para ti? No me avergüenza decir que amo a Satoru Gojo – esta vez dejo caer sus amargas lágrimas con libertad- Aun cuando él se esforzó por tanto tiempo en ser un tipo insoportable- sonrió entre el llanto- Pero ahora que lo tuve en mis brazos, que me compartió sus pensamientos, sus sentimientos y sus miedos... ¿Cómo lo dejo ir?

-No tengo la receta para eso- se acercó para abrazarla dejándola que sacara todo ese dolor retenido- No hay una receta para el corazón roto, mucho menos la hay para sanar el corazón de personas que están enamoradas pero no pueden estar juntas.

-Quisiera solo dormirme y al despertar no sentir nada por él, no recordar que en algún momento de la vida lo ame.

-Sabes que él tampoco quiere dejarte pero no le dejan alternativa- trato de ser conciliadora- Gojo te ama.

-Pero va a casarse con otra- limpio sus lágrimas- El hombre que siempre fue rebelde ahora sin más acepto un matrimonio arreglado. Yo no lo veo sufrir mucho que digamos.

-Se ve en la obligación de compensar en algo a esa familia y lo sabes.

-¿Entregándose como premio de consuelo?- reclamo.

-Es el último deseo de su abuela, tu sabes lo que ella significaba para Satoru, quiere hacerla feliz antes de que lo inevitable pase.

-Si ella dice amar tanto a su nieto ¿Por qué no lo deja en libertad de estar con quien él quiera?

-Él lo prometió y sabes que no puede retractarse- le explico la castaña como por venteaba vez- ¿No han plateado la manera en que ustedes dos...?