Miércoles/24/Noviembre/2020.
El día arranca como de costumbre, tenemos que arreglarnos y estar en la puerta a las ocho de la mañana, inicia un discurso grupal en uno de los salones en donde todos hablan de algo que los agobia, yo soy la excepción a todo eso, porque si de algo o alguien odio hablar es de mí misma.
Trato de articular el menor número de palabras posibles porque la mujer siempre me está asechando en todo lo que digo y poniendo palabras en mi boca que yo ni siquiera había dicho, siempre busca hasta el más mínimo detalle para correrme de ese lugar. Es como si me odiara, pero yo en ningún momento le había hecho nada.
Pocas veces son las que la miro, porque ahora resulta que tampoco puedo hacer eso sin que me mire acusatoria, pero sé que no he hecho absolutamente nada y no tengo que preocuparme.
La charla termina y toca ir a la cafetería para comer, me siento en el lugar más aislado de todos, así mismo no quiero que nadie se acerque a mí y tampoco es que lo vayan a hacer, mi actitud no parece ni la mas amigable con ello, así que cuando me ven tratando de socializar solo me ven y pasan de largo, como si se hayan equivocado de mesa.
Me dan la ronda de medicamentos que tengo que tomarme para estar bien, ¿desde cuando mi felicidad y salud mental van a depender de varias dosis de medicamentos en el día? ¿Desde cuándo soy yo la que tengo que pagar por todo el daño que mis padres me hacen?
Las tres sillas restantes en el comedor están vacías, no hay nadie que las llene, la idea de que mis padres estén ahí en compañía de Angelina para recordarme todo lo que he hecho llega rápidamente a mis oídos. En mi campo de visión ellos no están, quito todas las sillas dejándolas de lado en un lugar donde no pueda verlas.
Prefiero la soledad que siempre ha estado en mi vida, disfruto más estando en compañía con la soledad, como tranquilamente con un libro en la mano que cada vez que hago ligeras pausas en la comida continuo con la lectura que está muy interesante.
Una vez que termino de comer me queda tiempo libre así que me voy a caminar por ahí para tratar de relajarme, llevo el libro conmigo y comienzo a leer en el patio, es un sitio desolado y hermoso en el que se respira tranquilidad.
Mi tiempo libre transcurre rápidamente y tengo que comer, me siento en el mismo lado. Todos tienen su grupo de amigos, con los que se llevan en su tiempo libre y con los que pasan tiempo en el comedor o en su horario de comida.
Caminó rápidamente hacia a mí mientras me deposita una bandeja con un poco de todo, al ver que yo no estoy en la fila como todos los demás, por el contrario que estoy con mi cabeza metida en los libros esperando que avance un poco la fila.
Dejé el libro poniéndolo entre mis piernas, veo que también trajo una bandeja para ella también.
—Te traje un poco de comida—señaló con su cabeza la bandeja que me ha traído.
—No era necesario, yo en unos minutos me iba a levantar, solo que estaba esperando a que la fila avanzara—expliqué con detenimiento.
—Pues ya no hay nada más que esperar—comienza a comer y me regala una pequeña sonrisa.
Hago un lado toda la proteína animal y los que contienen algunos derivados, me mira mientras arquea una ceja, está sorprendida por eso.
—Soy vegetariana, en proceso de ser vegana—respondí antes de que me viera como el bicho raro.
—Guau, ¿eres vegetariana?—abre los ojos mientras pregunta con sorpresa, es como si no se lo pudiera creer.
—Sí, desde hace años, estoy haciendo mi transición al veganismo—explico con detenimiento, veo de reojo la masa de alumnos que están charlando entre si temas más interesantes y ella se sentó a hacerlo conmigo.
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Balas Perdidas ¿Alguien me amará? (Nueva Versión)
Dla nastolatkówLa mayoría de los seres humanos saben lo que es sufrir por amor, pero, ¿alguna vez has sufrido porque tus padres no te quieren? ¿Has sentido ese desprecio y que el resto de las personas que te rodean crean que es culpa tuya? -¿Alguien me amará?-pre...