Vallolet y yo nos quedamos mirando, volteo viendo al posible culpable de haberlos dejado entrar
¿Por qué mierda no avisó?
Tendré que hablar después con Richard de esto
- ¿Qué hacen aquí? – pregunto mirando la cara perpleja de mi madre
- Vinimos a ver si era verdad que vivías con esta – dice mi madre y volteo los ojos
¿Por qué carajos no me dejan tranquilo?
- Pues ya lo viste así que te puedes dar media vuelta y largarte – digo furioso, mi papá mira a Vallolet y ahí es cuando caigo en cuenta que está semidesnuda. Me coloco de pie, recojo mi camisa del suelo y se la coloco en las piernas – como te darás cuentas no estamos aptos para recibir visitas, les agradezco la visita impertinente pero tenemos cosas mejores que hacer – digo señalando la puerta
- ¿No eres tú Vallolet Sommers? – pregunta mi padre y frunzo el ceño
- Si señor, soy yo – responde Vallolet mirando a mi padre – disculpe ¿nos conocemos? – pregunta de vuelta
- Claro que sí cariño, el testarudo de tu padre es un gran amigo pero no lo he visto en algunos años; por cierto, ¿Cómo está él? – le pregunta a Vallolet con una sonrisa cariñosa y eso se me hace muy extraño
¿Cómo así?
¿De qué me perdí?
- Él está bien y asumo que no lo ha visto porque lleva un tiempo fuera del país – responde y hago señas a mi padre para que me preste atención
- ¿Desde cuándo conoces a Vallolet? – pregunto
- Desde que era una niña pero dejé de verla a sus quince años cuando fue a la universidad – responde y eso no solo me deja a mi sorprendido, sino también a mi madre y aunque no me lo esperaba, río al ver la cara de espanto de mi madre – cariño, siempre te vi como mi sobrina pero ahora que estás con Dilan es como tenerte de hija – detengo mi risa al escuchar ese comentario –me alegra mucho volver a verte y Dilan tiene razón, mejor nos vamos – dice mi padre sonriendo mientras se despide llevándose a mi madre casi a rastras
Ok
Eso resulto entre gracioso e incomodo
Sin comentar lo ocurrido, empezamos a tontear en el sofá cuando siento que la puerta del ascensor se vuelve a abrir pero a mi sorpresa, esta vez es Isabel.
Rápidamente dirijo mi mirada a la compañía de Isabel
Katiana
Instintivamente miro a Isabel y ella abre los ojos
- No me mires así – dice acercándose – ella se coló en el ascensor y créeme, no estoy para ensuciarme con esta basura – señala con desagrado a Katiana – así que decidí que fueras tú mismo quien la sacaras o si quieres arrojarla del balcón igual diré que no vi nada – habla en risa
- Y como abogada alego que le dio un ataque de histeria y se arrojó solita al encontrarnos haciendo el amor – dice Vallolet, volteo a verla y está con una sonrisa
- Tan chistositas – dice Katiana con cara de fastidio – imagino que se llevan súper bien la mujercita y la amiguita – habla pero mi mirada está en Isabel que me pregunta por la situación con la mirada, le hago señas que le explico luego y asiente a mi respuesta
Tantos años ya nos comunicamos por señas
- Fíjate que sí, esta amiga y mujercita como nos has llamado se llevan de maravilla – responde Isabel colocándose frente a Katiana – aparte de tener en común que adoramos a Dilan, te detestamos a ti – dice y se acerca a Vallolet, yo simplemente quedo entre todo el espectáculo como simple observador – ¿Cómo estas cariño?, Dilan me dijo que tienes una colección de bolsos para volverse loca; vamos a verlo y dejemos a Dilan que saque la basura, igual es un oficio para caballeros – dice abrazando a Vallolet
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Frenesí en la Perla II
RomanceDilan Susext, el maldito hombre más deseado de la ciudad La Perla, ¿Fetiches?, mujeres rubias, ojos claros, delgadas, y modelos. Miembro propietario de la compañía familiar de entretenimiento más grande del país; S.S.T. Entertainment. Todo resultab...