Meteorito

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Abrí mis ojos, mi habitación permanecía oscura a pesar de la enorme ventana que ocupaba la mayor parte de una de las paredes, asumí que estaba completamente nublado. Mire mi celular, las siete y media, ya se me había hecho costumbre despertar temprano, me puse mis pantuflas con forma de unicornio y caminé al baño para ducharme. Un mareo repentino hizo que tambaleara y me apoyara con ambas manos en el borde del lava manos, varios síntomas extraños me venían persiguiendo hace bastante tiempo.

Después de tres meses visitando distintos doctores y servicios de urgencias, recibí una llamada. Una voz dulce detrás del teléfono me avisaba que tenían noticias para mí, necesitaban que me acercara lo más pronto posible a la oficina del último médico que visité.

Tan pronto como se terminó la llamada avisé a mi mamá, tomó las llaves del auto y su cartera y partimos rumbo a la consulta médica. El único pensamiento que inundaba mi mente era que por favor esta vez tuvieran respuesta a todo lo que me estaba ocurriendo, rogaba por saber mi diagnóstico.

La consulta médica era bastante bonita, todo era de color blanco dando la impresión que estaba muy limpio. Estaba mirando mi celular cuando escuché que nombraron mi nombre por el altavoz indicando que pasara a la oficina del doctor Sebastian Scott.

El doctor Sebastian Scott tenía aproximadamente 45 años, lucía bastante atlético y jovial. Encontré su consulta a través de Facebook gracias a una recomendación que hacía una señora, mencionando que él había sido el único médico que pudo sanar a su hija.

Ingresé por un pasillo, aquél hombre me estaba esperando apoyado en la puerta de su oficina y me recibió con una sonrisa cálida, mi mamá lo saludó y le entregó el pastel que le había preparado dándole las gracias por tanta amabilidad y apoyo que nos estaba brindando.

- Tomen asiento - Nos dijo e hicimos caso inmediato.

Sacó una carpeta de un cajón de su escritorio y la colocó a nuestra vista, la carpeta tenía ''Resultados Halley Bruce'' escrito en la portada. El médico entrelazó sus dedos y soltó un suspiro grande.

- Halley, Jessica, las cité porque tengo noticias para ustedes - Su mirada amable pasó a ser seria- Tras analizar todos los exámenes de Halley llegamos a su diagnóstico - Se calló por un momento para poder tragar saliva y continuó hablando - Antes de todo, quiero recalcar que como centro de salud prestaremos todo el apoyo necesario ante esta situación y una fundación tiene convenio con nuestra institución para financiar el tratamiento.

Miré de reojo a mi mamá, vi como sus manos temblaban y como movía su pie izquierdo de forma involuntaria.

- Revisé los resultados una y otra vez, organicé una junta médica para discutir tu diagnóstico, y esperaba equivocarme - Detenidamente me miró a los ojos y luego a mi mamá - Siendo sincero, me hubiese encantado tenerles mejores noticias - Miró sus manos nervioso - Pero lamento informar que la enfermedad que está sufriendo Halley es un cáncer estadio IV, es decir, incurable, sólo podemos disminuir los síntomas con medicamentos.

Mi mamá sorprendida negaba con su cabeza en silencio, tapó su cara con sus manos y sollozaba, me recorrió un sudor frío por el cuerpo y sentí como el doctor buscaba en mi mirada perdida alguna respuesta. Mis ojos estaban completamente humedecidos, pero sin dejar que se escapara alguna lágrima decidí preguntar.

- ¿Cuánto tiempo? - Mi mamá sacó las manos de su cara y me miró desesperada, con su respiración completamente descontrolada - ¿Cuánto tiempo me queda? -

- Es relativo...-

- Necesito saberlo - Dije mirándolo directamente a los ojos.

- Entre 6 meses y un año, si comienzas el tratamiento de quimio y radioterapia lo más pronto posible podríamos alargar tu vida unos cuantos meses más - Su mirada era triste.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2021 ⏰

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