AleChi - Capitulo I: "Comenzando de cero"

~Una de las tantas juntas de la ONU~

Levantado desde temprano, listito para ir a la junta, mire el reloj y espere que pasara media hora justas, para no llegar a tiempo (como diría mi buen amigo "te chingaste ONU") mientras reirá maliciosamente en mi mente, pasado la media hora, me fui a la junta. ONU obviamente al verme llegar tarde, me miro molesto, los demás países ya se encontraban sentados en sus respectivos lugares, me senté al lado de México, le pregunté si me había perdido de algo, a lo que este me respondió que no de mucho, solo de la introducción, los respectivos saludos, etc.

La ONU siguió con sus comunicados, detallando cada aspecto sin excepción, apoyando mi rostro con una mano, con la otra aprovechaba de apuntar lo relevante que dijera la reunión, podre ser importante, pero me tomo en serio lo que pudiese afectar o beneficiar a mi país, a pesar de que intente centrarme en lo que decía la ONU, un frio que recorría en mi espalda lo impedía, al buscar con la mirada, la causa de aquella sensación me tope con unos intensos ojos de color dorado que me miraban desde la zona europea.

Nuestras miradas permanecieron unidas durante un largo tiempo, hasta que simplemente decidí mirar hacia otro lado, trate de prestar nuevamente atención a la ONU, pero la presión que la mirada de aquel país ejercía era demasiado, sentía que si seguía mirando de ese modo, podría ver a través de mí, ver lo que realmente soy, un gran sensación de miedo e inseguridad comenzó a invadir mi mente, comencé a mover repetidamente la pierna, el mexicano noto mi nerviosismo y me susurro: "Chilito ¿estás bien?", a lo que honestamente respondí que no, comencé a tener cierta dificultad para poder respirar, trataba con todas las fuerzas de que no se notara, claro que el mexicano ya sabía.

Con disimulo, tratando que ninguna otra nación nos notara o que la ONU se diese cuenta, México intento calmarme, esa mirada, no me atrevía a mirarla, pero sabia que estaba ahí, similar a la de él... como es posible, mi respiración se aceleraba poco a poco y mis ojos se llenaban de lagrimas (las que trataba de contener), miraba al suelo tratando de disimular, pero el argentino (que se encontraba a mi otro lado) lo noto, susurrando me dijo: "Che, que te pasa", moví mi cabeza negando, mientras que con dificultad logre articular: "No pasa na bro".

El argentino miro al mexicano, el cual nervioso trataba de disimular de que nada pasaba, mientras tanto yo encontrándome al borde apunto de dejar salir todo, decidí levantarme y retirarme de la reunión, de fondo escuche a la ONU, preguntando que ocurría, mientras el mexicano inventaba las mil y un escusas, para que la ONU dejara pasar lo ocurrido, apretando mi pecho el cual realmente dolía, no encontré nada mejor que ir al baño y encerrarme en uno de los cubículos, en donde me deje caer y abrace fuertemente mis rodillas, a la vez que intentaba esconder mi rostro entre mis rodillas.

Llore en silencio, realmente no se cuanto estuve ahí, pero admito que dejar salir todo me alivio bastante, el dolor disminuyo, era ya más tolerable y podía perfectamente fingir de que nada ocurría, me seque los rastros de lagrimas que quedaban en mi rostro, despacio abrí la puerta mientras de a poco me asomaba para verificar que no hubiera nadie, creyendo estar a salvo Sali y me acerque a los lavabos, me lave el rostro, estire mi mano para alcanzar algo con que secarme... un frio recorrió mi cuerpo cuando sentí que alguien me entregaba un trozo de papel higiénico, no quise abrir los ojos, mientras me cubría el rostro con el papel higiénico, detestaba que me vieran así de frágil, esperaba y rogaba por que se tratase del mexicano o mínimo el argentino.