Era una noche estrellada y tranquila en la Época Antigua. Recientemente, InuYasha y Aome habían recibido a su hermosa hija. La nombraron Moroha, porque significa "Doble Filo" Y tenían la certeza de que su pequeña mostraría gran habilidad al poseer juntos los poderes de Yokai, y Espiritual.
La pequeña Shihanyo, con 3 meses de nacida, se había despertado por hambre. Su madre procedió a atenderla.
- Ven aquí mi niña.
Mientras Moroha se alimentaba, su padre las contemplaba conmovido. Ver a su amada Aome cuidando de su hija, en cierto modo le recordaba aquellos momentos en que él recibía el cariño de su madre Izayoi. Guardaba en su memoria cada abrazo de ella, y cada enseñanza. Como cuando lo instruyó para que fuese capaz de preparar un remedio para resfriados que él mismo necesitó tomar. Y también recordaba sus tiernas caricias que lo ayudaban a dormir.
Una vez que estuvo satisfecha, la pequeña dio tiernos balbuceos.
- Creo que ahora quiere estar con su papá. – Dijo Aome con dulzura. –
InuYasha la acunó en sus brazos, y la pequeña le sonrió.
- Siempre tan alegre. Pero por ahora debes dormir pequeña.
El Hanyo de cabellos plateados comenzó aquella rutina especial para hacerla dormir. Le besó la frente, y le empezó a cantar aquella canción de cuna que también conservaba en sus recuerdos gracias a su madre.
Cuando Moroha finalmente se durmió, su mamá también le dio un beso. Y una vez acostados los tres, su papá acarició con ternura su cabello.
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Semana InuKagMoro
Fanfic5 relatos cortos en honor a la semana dedicada a InuYasha, Aome, y Moroha