Día 3: Universos Alternos

204 18 0
                                    



Era viernes a las cinco de la tarde. Moroha estaba ansiosa por la visita de sus primas. Tendrían una piyamada esa noche.

- ¡Mamá! ¿Has visto mi broche favorito?

- Lo encontré entre tu montaña de ropa en la silla. Será mejor que ordenes tu cuarto para esta noche jovencita.

- Jejeje, lo siento. Las clases me absorben mucho a veces. Lo haré ahora.

- ¡Ya llegué!

- ¡Papá!

- ¡Bienvenido InuYasha!

Ambas lo recibieron con abrazos, y él les correspondió con besos. En la mejilla a su hija, y en los labios a su esposa.

- ¿Trajiste mi encargo papá?

- Por supuesto. Una piyamada no está completa sin palomitas de maíz.

- ¡Gracias!

Dos horas más tarde, sonó el timbre de la casa.

- ¡Yo voy!

- ¡Hola Moroha!

- Gracias por invitarnos

- ¡Towa , Setsuna, Mei!

Las 4 chicas se dieron un abrazo grupal

- Bienvenidas niñas.

- La cena está casi lista.

Las primas pasaron un rato divertido jugando adivinanzas, caras y gestos, y vieron una película acompañada del tazón de palomitas.

Pero de repente, se desató una lluvia torrencial. Los truenos asustaban a Mei, la más pequeña del grupo.

- No pasa nada Mei. Solo es lluvia. Le dijo Towa abrazándola. Pero la niña temblaba de miedo.

- ¿Todo está bien chicas?

- No todo tía Aome. Mei tiene mucho miedo por los truenos y así no podrá dormir.

- Creo que sé cómo calmarla. Moroha, ¿me acompañas?

- Claro mamá.

Las 3 chicas estaban recostadas, mientras que Aome y Moroha entonaban una canción.

Se va el sol y todo se embellece
Con su luz, nos van a iluminar
ven
conmigo y en mis brazos descansa
y podrás soñar...

Aquí estás y así la magia aparece
Ven a mí, porque te quiero abrazar
Tú tendrás, ya todo lo que desees
si en mis brazos hoy estás...

El silencio, va creciendo
Estrellas verás
Melodías, trajo el día
La brisa soplará...

Se va el sol y todo se embellece (Juntas...)
Con su luz, nos van a iluminar (Siempre estaremos...)
Ven conmigo y en mis brazos descansa (No temas...)
Si en mis brazos hoy...estás...

Con aquella canción que Aome le cantaba a Moroha desde bebé, finalmente las primas se quedaron dormidas. Moroha abrazó a su mamá y le dio un beso en la mejilla. Su padre también se asomó sigiloso para darle una caricia en la cabeza.

- Buenas noches.

- Buenas noches cariño.

- Dulces sueños.

Semana InuKagMoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora